Durante 44 años en Villa Juárez comen en su mesa agricultores y proveedores de todo el mundo
Por: Juan Francisco Sotomayor
Durante 44 años en Villa Juárez comen en su mesa agricultores y proveedores de todo el mundo
Elisa conoce a los agricultores del valle de Culiacán y los agricultores la conocen a ella, tiene en Villa Juárez el restaurante más internacional del campo sinaloense. En los años 60s, cuando brotó la agricultura con fines de exportación, se generó una gran dinámica de trabajadores, empezó a llegar a Campo Gobierno gente de todas partes de México y muchos jornaleros definieron nuevas vocaciones.
En 1975 a Guillermina Díaz López y a Manuel Pérez Gámez se les ocurrió poner una fonda para dar de comer a los agricultores y técnicos. Elisa Pérez tenía 6 años y ya limpiaba las mesas con un trapito. Cuenta con entusiasmo que fue una gran hazaña para sus padres dejar el Campo Santa Cecilia, dejar de ser jornaleros para ser restauranteros. Han pasado 44 años y es la dueña del restaurante.
Desde entonces, los más connotados agricultores del centro de Sinaloa han comido en su mesa. Era el único punto de venta de comida formal, y de repente empezó a llenarse de técnicos, de proveedores de semillas, invernaderos, maquinaria y equipos de compañías de todos los continentes. Nunca se imaginaron que al paso de las décadas sería el restaurante con más visitas internacionales del campo de Sinaloa.
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Elisa Pérez Díaz es el mejor referente de comida en Villa Juárez. Recuerda que al principio los Tamayo fueron los primeros agricultores que frecuentaron el restaurante de Niní; luego los Ritz. Se corrió la voz, y de repente fue el comedor de confianza de los más grandes agricultores de Culiacán.
Cada temporada hortícola, desde el amanecer llegan agricultores y agrónomos procurando el desayuno; les encanta el hígado encebollado. El medio día es el tiempo de más demanda. De un momento a otro empiezan a aparecer comensales de todas nacionalidades, y a veces es como la mesa de las Naciones Unidas.
“Viene gente de todo el mundo. Aquí me visita mucha gente de España, gente de Holanda, mucho vietnamita, chinos, alemanes, muchos israelitas también; de Colombia, Venezuela, Argentina, La India, Estados Unidos y Canadá”, precisa.
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Su ingrediente especial “es ser muy consentidora con los clientes. Gerónimo de España pide siempre machaca con nopales. Dice que machaca como la de ella no hay en otra parte, y nopales ricos sólo en México. Todos los días pide lo mismo”, dice con agrado.
“Un muchacho de Argentina pide todos los días chiles rellenos, le encantan; dice que en su país no se conocen. Ya hasta me pidió la receta para su familia en Argentina”, cuenta entusiasmada.
El aumento de visitas de personas de La India y de Vietnam le preocuparon. Los de la India no comen carne y los vietnamitas tienen comidas muy complejas, “por eso decidí estudiar gastronomía para atender mejor a los extranjeros”.
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[metaslider id=30892]Elisa Pérez continuó haciendo las comidas que hacía su mamá, las que buscan los agricultores mayores: cazuela, albóndigas de camarón, pollo empanizado, pollo a la plancha, chiles rellenos, y el asado. Luego amplió su oferta de platillos mexicanos, más los platillos especiales que los clientes extranjeros le indican como preparar.
Está orgullosa de haber conocido a los agricultores pioneros en la producción de hortalizas, luego a sus hijos, y ahora hasta los nietos, que siguen yendo a comer.
“Yo estoy muy agradecida de Villa Juárez, es un valle muy bonito de gente muy trabajadora. Aquí viven los agricultores, es su segunda casa, y yo quiero darles lo mejor porque ellos ponen su confianza y su dinero para que haya trabajo”, dice orgullosa. Es la cocinera del restaurante más internacional del campo de Sinaloa.
Fotografía y video: Christian López