En plena epidemia, una serpiente pitón, un manatí bebé, 14 guacamayas verdes y 49 venados, los últimos rescatados de un ingenio azucarero de Tabasco en marzo, hoy presumen su belleza en este lugar.
Por: Kenia Meza
Una vez concluida la pandemia podrás conocer a los nuevos miembros del zoológico
En medio de la pandemia por coronavirus, no se terminan los actos de solidaridad. Tal es el caso de Kira, una tigresa de Bengala que cambió de hogar, y ahora habita en el Zoológico Culiacán junto con otros animales silvestres que encontraron un refugio en este lugar.
Kira vivía en una casa normal hasta que el coronavirus invadió a la sociedad. Y por cuestiones económicas, su dueña decidió entregarla a un zoológico de Sinaloa en el mes de abril.
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Mediante una llamada telefónica, la propietaria solicitó el cuidado de este felino con grueso pelaje en respuesta a la campaña de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), para evitar el abandono de fauna silvestre durante el confinamiento.
Para poder trasladar a Kira, tigre de dos años y medio con un peso aproximado de 130 kilogramos, fue necesario sedarla y trasladarla en camión al Zoológico de Culiacán.
Sin embargo, Kira no llegó sola a este zoológico. En plena epidemia, una serpiente pitón, un manatí bebé, 14 guacamayas verdes y 49 venados, los últimos rescatados de un ingenio azucarero de Tabasco en marzo, hoy presumen su belleza en este lugar.
Podría decir que fue “suerte” que los venados llegarán a Culiacán, puesto que el ingenio azucarero cerró en enero; provocando la falta de alimentación de los mismos. Quienes ahora comparten la pastura con avestruces, jirafas y antílopes.
Desde hace años, los zoológicos mexicanos se han comprometido a cuidar animales rescatados del tráfico ilegal y a otros provenientes de circos que los abandonaron cuando en 2015 entró en vigor una ley que prohíbe su uso en espectáculos.
Es importante mencionar que los expertos trabajan en rehabilitar a los animales para que puedan regresar a sus hábitats. No obstante, algunos no pueden regresar ya que no saben defenderse, por lo que se imposibilita su reinserción, explicó Ernesto Zazueta, president de la AZCARM.
De esta manera exhortamos a la sociedad a ser responsables con los animales que desean tener como mascota. A cuidarlos y estar conscientes del costo que implica. A su vez, apoyar a este tipo de lugares para el mantenimiento de las especies que habitan en el mismo.
Imágenes: Milenio