Culiacán Sabe Bien

¿A qué sabe Culiacán? y contesté en mi mente: Culiacán sabe a una mezcla entre las notas de la tambora sinaloense, el mejor beisbol de México, los más bellos atardeceres acompañados de una tostada de ceviche, un taco de pescado zarandeado con una cerveza bieeeen helaaaada.

Por: Miguel Calderón

Columna: Reflexiones de un aspirante a buen vecino. Por Miguel Calderón

En el verano de 1999 la maestra Elvia Damken Alatorre, responsable de una de las áreas académicas de la entonces Universidad de Occidente en Culiacán, me asignó ser responsable de una materia que a la postre me dejaría grandes enseñanzas: planeación estratégica. Por esa causa conocí más a detalle a Michael Porter. Él, mi tocayo Porter, dijo alguna vez: “el éxito está en ser diferente”.

Mientras subía las escaleras y avanzaba en medio del bullicio de los pasillos rumbo al aula destino, los estudiantes se iban sentando en sus lugares y yo seguía buscando ejemplos en mi mente que ilustrarán de buena manera lo que Porter aseguraba en su libro.

Lee: Restaurantes para celebrar el amor en Culiacán

El ruidoso aire acondicionado de ventana, que de seguro ya ha sido sustituido por un inverter, me obligaba a subir el volumen de mi voz para tener la atención de los más de 60 oídos. “¿Qué ejemplos les comparto?” seguía pensando antes de tomar lista.

Recordé esto porque en la semana me reuní con Julio Niebla, amigo personal quien ahora es Presidente de la Asociación de Hoteleros del Centro de Sinaloa. Charlé con Julio por más de una hora sobre el reto de promover visitas a Culiacán y la consolidación de una marca destino en torno a ello.

Esta plática con Julio amontonó en mi pensamiento muchos casos que hubiesen sido grandes ejemplos en mis tiempos de catedrático en la UdeO para colocar al frente de una campaña la diferenciación positiva de la capital de Sinaloa: Culiacán y sus ríos, Culiacán y su hospitalidad, Culiacán y su música, Culiacán y su gastronomía.

Lee: Cada granito de arena ayuda

Juan Saldívar, experto en posicionamiento de marcas, publicó en la revista Expansión hace muy pocos días una lista de recomendaciones para reactivar la visita de visitantes extranjeros a nuestro país en la era post covid y desarrollar una marca México. Mi jefe me pidió que buscará a Julio Niebla y a otros más para que provocáramos una reflexión similar, pero para Culiacán.

Saldívar recomienda diez puntos para reposicionar México: Construir una identidad impecable; producir contenidos de impacto; distribuir nuestros mensajes como campeones; interactuar con los visitantes; potenciar la atracción de empresarios; cuidar los lugares ganados en el ranking; atraer lideres profesionales con impacto positivo; organizar un equipo con altas destrezas de comunicación digital; incentivar la producción de contenido con mexicanidad y hacer de la llegada y la salida toda una experiencia para el visitante.

Para nuestro entorno local habría que valorar y desmenuzar estas sugerencias y trabajar en su adaptación en una especie de Think Thank en que confluyan todos los interesados. De eso platiqué con Julio Niebla y él me dijo: “Miguel, ¿ya conoces la campaña Culiacán Sabe Bien?”.

Lee: Fidel y la veda de almeja chocolata de Altata

Después de un silencio de 3 segundos le contesté: “No, no la conozco”. Luego pensé que es muy posible que no la conozca porque no está dirigida a mí, que tengo mi domicilio en la zona, porque está enfocada en quien no habita acá.

En 2019 se llevaron a cabo más de 500 reuniones de trabajo que obligaron el arribo de un buen número de “turistas de negocio”. Esto nos habla de un promedio de 10 reuniones semanales con estas características.

La campaña Culiacán Sabe Bien aprovecha esta dinámica y la enlaza con la identidad de nuestros sabores como lo sugiere Michael Porter. En mi apreciación esta campaña tiene sentido y sólo, quizás, deba ser intensificada su difusión multiplicando sus impactos en medios alternativos a los tradicionales.

Recordando la costumbre de Sócrates en la antigua Grecia me pregunté a mí mismo a qué sabe Culiacán y me contesté en mi mente: Culiacán sabe a una mezcla entre las notas de la tambora sinaloense, el mejor beisbol de México, los más bellos atardeceres acompañados de una tostada de ceviche, un taco de pescado zarandeado con una cerveza bieeeen helaaaada.