Una herramienta básica de comunicación que te ayuda a mejorar tus relaciones personales y laborales.
Por: Kenia Meza
Una herramienta básica de comunicación que te ayuda a mejorar tus relaciones personales y laborales
La capacidad de escuchar es una de las habilidades más difíciles de aprender y practicar, aunque no lo creas. ¿Cuántas veces te ha pasado que en una plática te distraes y pierdes el hilo de la conversación o interrumpes? En esta ocasión te compartimos algunas ideas que te ayudarán a escuchar mejor a los demás.
Responder antes de que el interlocutor termine o interrumpir su idea, impide comprender realmente a la persona que nos está hablando, y hace más difícil entender sus sentimientos o su perspectiva.
¿Alguna vez has oído sobre la ‘escucha activa’? Un término que describe una forma de comunicación que nos ayuda a obtener más información, mejorar nuestra comprensión de otros puntos de vista, trabajar en equipo e incluso provocar cambios positivos en la vida de los demás.
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De esta manera, la revista Muy Interesante comparte algunas claves expuestas por el psicólogo Michael Nichols, en su libro The Lost Art of Listening, para incrementar nuestra capacidad de escucha activa.
- Sé consciente de tus sesgos: Siempre aplicamos nuestros prejuicios a las palabras de los demás. Darse cuenta ayuda a aminorar el efecto.
- Adopta una postura corporal abierta: Gestos, mirada y tono de voz tienen que demostrar que estás receptivo al otro.
- Haz preguntas abiertas: Las preguntas del tipo “¿Cómo acabó lo de tu hijo?” denotan interés; las cerradas, como “¿Todo bien, verdad?”, transmiten desidia.
- Intenta que tu escucha sea incondicional: Nadie te hablará con tranquilidad si se siente juzgado.
- Deja que la conversación se focalice en la persona que está hablando: No interrumpas continuamente para hablar de ti mismo y tus cosas.
- Repite de vez en cuando frases de la otra persona: Así comprobará que, efectivamente, estás escuchándola.
- Trata de dar con una idea principal unificadora: El buen oyente siempre ayuda a encontrar un hilo conductor a los acontecimientos.
- Aumenta tu tolerancia a la tensión: Es importante que la otra persona sepa que aguantarás que te hable abiertamente de las cuestiones más duras.
- Busca el hilo de la verdad: Siempre habrá alguna afirmación del otro con la que estés de acuerdo. Reconóceselo para que no se sienta atacado cuando difieras.
- Negocia el momento y el lugar: Si la situación o tu estado de ánimo no son propicios, explícalo y busca otro momento para hablar.
Ver artículo original en la Revista Muy Interesante.