Dicen que los médicos son un ejemplo de servicio, dedicación, amor y entrega al prójimo.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Dicen que los médicos son un ejemplo de servicio, dedicación, amor y entrega al prójimo.
Llevando sobre sí el juramento hipocrático que hace 35 años tomó sobre sí, el doctor Nicanor Moreno León, se ha convertido en un ejemplo de superación, perseverancia y ejemplo de servicio entre los habitantes de la Toledo.
Aún recuerda cuando muy joven, tomó la decisión de dedicar su vida al servicio desinteresado. Estudiar medicina fue la mejor opción que pudo tomar. Le cambió la vida.
El galeno, señala con orgullo, ser egresado de la séptima generación de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa por allá en 1986.
Al terminar su carrera y concluir con su servicio social e internado se le brindó la oportunidad de abrir su propio consultorio.
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En una casa prestada en la colonia Toledo Corro, que por aquellos tiempos no tenía ni la mitad de la modernidad que tiene ahora, Nicanor, llegó con toda la ilusión de empezar a prestar su servicio como médico. Tan solo pensarlo, le llena el corazón de buenos recuerdos.
Con las manos entrelazadas y una sonrisa serena que brinda confianza hasta a los más pequeños de sus pacientes, Nicanor recuerda que cuando estudiante, tenía la necesidad de buscar un empleo para sobrevivir.
Se le ocurrió pedirle empleo a uno de sus compañeros de la facultad, quien tenía una farmacia. Para su sorpresa, su compañero se negó a brindarle un trabajo. Con el argumento de que si empezaba a ganar dinero dejaría de estudiar, Nicanor continúo a como pudo y logró sacar adelante su carrera.
Con el paso del tiempo, ese mismo compañero, se convirtió en uno de los mejores apoyos que pudo encontrar.
Le ofreció su casa para establecer su primer consultorio. “Me dijo: Mira, yo tengo una casa en la Toledo, vamos para que la veas y si te gusta te la presto. A los tres años me dices si te funcionó el consultorio y si te va bien, te la rento o te la vendo. Claro que me gustó la idea y me la prestó”, señala el médico.
Al pasar los tres años establecidos en el acuerdo de palabra entre los amigos, el compañero regresó y le vendió la casa.
Esa misma casa que en su momento fue un lugar prestado, al día de hoy se ha convertido en una clínica en donde después de 32 años, Nicanor continúa haciendo lo que más le gusta: atendiendo a sus pacientes y devolviéndoles la salud.
El médico general, es un hombre de buen corazón, que siempre ha disfrutado de ayudar a otras personas.
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“Siempre me ha gustado ayudar a la gente. Siempre me dije, voy a estudiar medicina para tratar a mis pacientes como a mí me gustaría que me trataran si yo fuera paciente”, recuerda entre risas.
No sin antes confesar que cuando joven le tenía mucho miedo a los doctores y por ese deseo de servir, enfrentó su temor y se convirtió en un médico de primer contacto para atender a los pacientes tal, y como era su deseo de ser tratado.
La gente del sector lo reconoce con facilidad. Todos brindan buenas referencias del Dr. Nicanor como lo llaman. Aseguran que es el mejor doctor que han conocido y que siempre está dispuesto a ayudar.
Hay quienes dicen que cuando se han visto en dificultades económicas el doctor ha tenido la generosidad de brindarles atención médica sin cobrar sus honorarios y en algunas ocasiones, hasta los medicamentos les ha facilitado.
Porque como dice Moreno León, para él lo más importante es ayudar para que sus pacientes recobren la salud.
Y además, lo hace con la amabilidad que se necesita cuando tus conocidos se convierten en familia.
Asegura que sin duda todos sus pacientes han influido positivamente en él: “Mis pacientes ya casi son mi familia. Me llaman por mi nombre. Crecimos juntos aquí en la colonia. Yo tenía 23 años cuando llegué, han visto crecer mi familia, la clínica y todos forman parte de mi vida”, señala.
Así, disfruta la vida diariamente, ayudando a uno, o sirviendo al otro. Gracias a su trabajo y labor, Nicanor se ha convertido en un personaje entrañable por la comunidad.
Así que, si vas a la Toledo y si buscas al doctor Nicanor todos te van a dar razón de él. Todos saben dónde vive Nicanor, porque hoy muchos viven gracias a su intervención.