María Luisa mantiene viva la tradición durante las posadas

Con dedicación María Luisa realiza las coloridas piñatas para celebrar la Navidad.

Por: Jacqueline Sánchez Osuna

Con dedicación María Luisa realiza las coloridas piñatas para celebrar la Navidad.

Adornadas con papel de china y de múltiples colores, las piñatas siguen alegrando fiestas de las posadas en los hogares de las familias de Altata, previo a la Navidad.

Aunque lo común es rellenarlas de dulces, también se les ponen frutas o colación. Lo importante es la sorpresa de ganar lo que contienen cuando luego de cantar, al fin alguien la rompe.

Previo a la temporada decembrina, la señora María Luisa Hernández o “la piñatera”, prepara todos los materiales que ocupa para elaborar las tradicionales piñatas en forma de estrella y de figuras navideñas.

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En su pequeño taller hay cartón, periódico, pliegos de papel de china, diferentes tipos de tijeras, ollas de barro y el peculiar ambiente festivo.

“Desde que cumplió mi hijo su primer año, le hice sus piñatas. Como vinieron sus amiguitos, a todos les gustaron sus piñatas porque no eran muy comunes y ya me empezaron a encargar. Todas son de olla. Las mando a hacer especialmente para estas fechas con un señor de Mocorito”, dice la artesana.

Como muchas otras tradiciones de esta temporada, la de la piñata tiene su origen en el sincretismo de la religión católica, en el periodo de la evangelización.

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Se dice que los siete picos que contiene representan los siete pecados capitales. Lo cierto es que las piñatas no faltan en las fiestas navideñas, ni en las de fin de año.

Con el talento de sus manos, María Luisa mantiene viva una tradición, la alegría, la unidad familiar y sobre todo el recuerdo de la celebración en cada diciembre.