La verdadera calma se encuentra en la actividad

Por: AC --

La tranquilidad mental no significa que debas detener tu actividad. 
La verdadera calma debe encontrarse en la actividad misma.

El objetivo de la práctica del budismo zen es tener una mente tranquila. 
Esto generalmente se hace sentado en zazen, practicando atención plena y meditación. 
Sin embargo, Suzuki afirma que esta no es la única manera de alcanzar la calma. 
La verdadera calma se puede encontrar en la actividad misma.

Si bien esto puede parecer un poco abstracto, he descubierto lo que quiere decir con esto. 
En los últimos años, para alejarme del caos de la vida moderna, comencé a realizar actividades extenuantes que realmente me desafían. 
Viajé para entrenar artes marciales en Tailandia, pero también hice caminatas y escalada a gran altura.

Caminar en la naturaleza es donde se experimenta tranquilidad. 
También es donde realmente puedes vivir el ahora. 
Porque estás atrapado entre tu inicio y tu destino, y lo único que puedes hacer es seguir moviéndote.

A medida que te cansas más y más, te concentras en cada paso. 
Se trata de poner un pie delante del otro. 
El entrenamiento de artes marciales también te genera tipos de sentimientos similares. 
Quizás por eso en Japón los practicantes del Zen también suelen ser artistas marciales.

Cuando haces algo, debes hacerlo con todo tu cuerpo y mente. 
Deberías concentrarte en lo que haces.

Un consejo que Shunryu dio a sus discípulos es que se dediquen a las cosas que ellos hacen con todo el cuerpo y la mente. 
Necesitas estar absorto en tu actividad.

Este consejo es similar a lo que también dieron personas como Einstein. 
En una carta a su hijo, Albert Einstein escribió que el secreto del aprendizaje es hacer las cosas con tanto placer que no notes que pasa el tiempo.

Cuando estás completamente involucrado en una actividad, entras en un estado de fluidez. 
Este es un concepto que los investigadores modernos han utilizado para describir un estado mental de estar completamente inmerso en una actividad. 
Estás en la “zona”.

Se trata de hiperfoco y concentración. 
En tal estado fusionas acción y conciencia, y tu sentido del tiempo y el espacio se distorsiona. 
Quedas tan absorto en la experiencia que otras cosas dejan de importar.

Algunas personas incluso han postulado que este estado es la clave de la felicidad. 
El budismo zen no cree en la dualidad, sino en la unidad. 
Esto significa que no hay diferencia entre tu mente y tu cuerpo. 
Son uno. 
En estados de fluidez, esto se convierte en una realidad.

Sin embargo, debes tener en cuenta que el objetivo de realizar actividades no debe ser buscar cosas que estén fuera de tu control. 
Si haces eso, nunca los encontrarás.

Existe una diferencia entre buscar la calma o cualquier otro objetivo abstracto más amplio, como la libertad, y realizar actividades que podrían (pero no) resultar en calma o libertad.

Estas cosas están en gran medida fuera de tu control. 
Lo único que puedes hacer es realizar actividades y encontrar tranquilidad o libertad en el camino. 
Serán un subproducto de lo que hagas. 
¡No busques, pero haz!

Si buscas la libertad, no la encontrarás.
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