A Nayeli Arce Parra, la vida le dio una segunda oportunidad. Ahora su firmeza, tenacidad y positivismo son luz para personas con discapacidad
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Nadie sabe lo que nos depara la vida y nos puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Nayeli Arce Parra es una admirable mujer que pese a estar ligada a una silla de ruedas, ha sabido enfrentar y superar adversidades con un alto sentido de independencia.
En ocasiones la vida nos pone en lugares que no quisiéramos o que jamás nos hubiésemos imaginado. En el 2015, Nayeli sufrió un accidente vial que le quitó la capacidad de caminar, pero no le quitó el entusiasmo para lograr cumplir sus sueños.
“Cuando tenía 29 años, tomé una mala decisión, de manejar en estado de ebriedad. Sufrí un siniestro vial, y eso tuvo como consecuencia una lesión medular completa, que me ocasionó no tener movilidad en mis piernas”, revela Parra Arce, quien además puntualiza con autoridad, que “el alcohol y el volante no se mezclan”.
Normalmente, las cosas que te van a hacer crecer en la vida son aquellas que más duelen o los mayores tropiezos emocionales. Nayeli tras 40 días de estar en el hospital, recibió la triste noticia. Nunca volvería a caminar. Y tuvo que elegir entre quedarse postrada en una cama llorando o enfrentar los retos de su nueva condición.
Con base a su experiencia, asegura que tras el brutal percance solo fue una nueva forma de vivir. “Aprendí grandes lecciones, que me dolieron más que quedarme en silla de ruedas, como, por ejemplo, los amigos que tenía, no lo eran, incluso la familia que dice quererte es mentira, porque fue muy poca la que estuvo a mi lado. Cuando eres muy joven te quieres comer el mundo, crees tener un montón de amigos. Claro que los tenía, pero sólo cuando les pagaba la cerveza, hasta cigarros y cena”, expresa la mujer originaria de Guasave. Agradece a su mamá y hermanas por ese gran apoyo en su vida.
Después de dos meses del accidente, inició terapias e ingresó a un campamento para dominar el uso de la silla de ruedas. Declara que fue muy rápida la adaptación en el aspecto físico, pero la recuperación en lo psicológico fue más lenta.
Aunque se diga fácil, admite que el proceso de aceptación fue muy doloroso, pero de alguna manera siente que Dios ya le había trazado el camino y su condición física no es obra de una coincidencia, sino que tiene un propósito de vida. “El chiste es descubrirlo”, dijo.
Fe en “El Todo Poderoso”. “Soy bastante optimista, claro que tengo mis momentos de “bajón”. No todo es color de rosa, pero cuando aparecen, trato de vencerlos y valorar todo lo que tengo y no lo que me hace falta”, revela la Licenciada en Educación Primaria.
Sus hijos (Melany y Sebastián), son su principal motivación de vivir y siempre busca que vean en ella una mujer que se esfuerza y lucha día a día para ser mejor persona y así ellos adquieran esas cualidades.
La fortaleza de Arce Parra queda plasmada en cada uno de sus logros. A los seis meses de haber ocurrido el accidente, ya conducía su propio automóvil, algo que le brinda autonomía para llegar a donde desea, como asistir a su trabajo.
Nayeli inspira no solo con su trabajo. “Hay gente que me pregunta que si no quiero volver a caminar. Claro que quisiera caminar, pero siento que sería egoísta de mi parte estar suplicando levantarme de esta silla, porque puedo llegar a lugares donde mi silla ha tenido impacto y asistir a lugares que jamás imaginé llegar. Claro que quiero caminar, pero también quiero llevar un mensaje a esas personas que no tienen la capacidad de resiliencia que tuve yo. Existen personas que están de pie, pero están sufriendo y llevando batallas muy difíciles, y con solo verme, ven la vida diferente”, argumenta la mujer de 37 años.
No tiene límites. Además, indica, que no le gusta que le tengan consideración por su condición. Tampoco toma de pretexto la silla de ruedas para ser una persona irresponsable, como el llegar tarde a su trabajo. “Sigo realizando actividades a las que hacía antes del accidente, como trabajar de docente. En la casa trato de que todo esté adaptado a mi altura, para cocinar, lavar los trates, trapeo. Realizo la mayoría de las labores del hogar. Sigo siendo la misma persona activa y con la misma esencia, solo que ahora mi condición cambió de estar parada, a estar sentada”, afirma con una voz muy entusiasta la vecina de la colonia Pemex.
Con un poder de resiliencia único, lejos de parar y poner atención en todo lo perdido, Nayeli se centró en todo lo alcanzado y manifiesta que venimos a este mundo ser feliz. Hace ya casi ocho años que está en silla de ruedas, pero eso no lo impide a cumplir sus metas, como adquirir una casa, automóvil y otras cosas que le ayudan a tener un mejor futuro.
Actualmente, Nayeli, es maestra, directora del Centro de Educación Básica para Adultos (CEBA), “Jaime Torres Bodet” que se ubica en la colonia Díaz Ordaz y forma parte del equipo basquetbol adaptado, “Chuecos de Culiacán” y labora como asesora, del diputado local, Marco Antonio Zazueta.
También cursa con gran éxito la maestría en Derecho Humano en la Docencia en la Universidad Mar de Cortes.
“Hay muchas cosas que todavía me falta por lograr, pero me siento muy orgullosa de todo lo aprendido. Debemos arrimarnos al arbolito que te dé sombra; acercarse a las personas que puedes aprender de ellas, y te motiven e inspiren a ser mejor ser humano”, argumenta la profesora.
A Nayeli Arce Parra le fascina salir con sus compañeros a rodar al Parque Las Riberas. “Debemos salir a la calle, para que la gente se dé cuenta de que existimos y lo que hacemos, y se enseñen a respetar los espacios (azules) que nosotros necesitamos, porque si no salimos, la gente da por entendido que no necesitamos esos lugares”, dijo.
Tiene “hambre” de inspirar. Nayeli declara que la docencia le apasiona, pero señala que tiene una gran misión en este mundo, en lograr ser una reconocida conferencista motivacional y alentar a otras personas a alcanzar metas altas a pesar de obstáculos extremos.
Desde hace un par de años, a través de las diferentes redes sociales como YouTube, TikTok, Facebook e Instagram (Nayeli Arce), motiva y sobre todo alza la voz por todas esas personas, con dificultades, que aman, sienten, sufren y tienen necesidades como cualquier ser humano.
Nayeli, invita a personas con y sin discapacidad, a que se atrevan a soñar, pero en grande. “Deja los temores a un lado y no te límites a soñar. Estás diseñado para realizar cosas chingonas, solo falta creértela”.
Romper las barreras que no dejan avanzar. Luchar contra lo que parece imposible, hacen que Nayeli disfrute de la vida, con gran positividad, porque una lesión medular no la define, menos una silla de ruedas la limita. Con su gran entusiasmo, su discapacidad es ya su ruta de éxito.
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