Atondo Hernández, hace dos meses, funda la Casa de Restauración Uniendo Familias CRUF Las Minas A.C. en la colonia 21 de Marzo en la capital sinaloense
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Para Julio César Atondo Hernández, tocar fondo se convirtió en un despertar de consciencia y renovación, necesaria para darle la vuelta a su vida. Tuvo la valentía para levantarse firmemente después de aprender del error de tenerlo todo y quedarse sin nada.
El vecino de la colonia Las Coloradas, narra que después de involucrarse por más de 17 años en el mundo de las drogas, hace siete años decidió ponerle, fin a las adicciones. “Mi madre tuvo el valor de encerrarme y gracias a Dios estoy limpio de toda sustancia tóxica”, dijo.
Atondo Hernández, está convencido que la adicción no solo daña profundamente la vida de quien la padece y sino también de quienes lo rodean, principalmente sus seres queridos. Razón principal que lo motivó hace dos meses a fundar la “Casa de Restauración Uniendo Familias CRUF Las Minas A.C” en la colonia 21 de Marzo.
“Desde hace como cinco años quería fundar la Casa, porque quiero salvar vidas, pero hace dos meses logré cumplir ese sueño. Todos tenemos derecho de una segunda oportunidad. Muchas veces las familias se cansan de bridar ayuda al adicto, porque creen que es imposible salir del hoyo y terminan en la calle. Querer es poder”, manifestó Julio César.
El director interno de CRUF, señala que es importante entender que la adicción es una enfermedad difícil y que no se paraliza por sí sola, por lo que es importante buscar ayuda profesional, porque ni la familia ni quien la padece están capacitados para solucionarla.
También asegura que en el centro de rehabilitación que se ubica al sur de Culiacán, se desarrolla, un programa de tratamiento a través del cual es posible recuperar el bienestar físico de la persona, la relación familiar, laboral y lo más importante, su dignidad y proyecto de vida.
“No estoy cobrando ingreso. Tengo un ahorro y hasta yo salgo a vender un producto, para solventar los gatos de la renta de la casa, pago de los servicios básicos, como, agua y luz. Lo importante es ayudar”, reveló.
Julio César, está muy entusiasmado con su proyecto, sabe que no es nada fácil, y que se va a enfrentar a muchos obstáculos, pero no pierde la fe en lograr a ayudar a más personas a decirle adiós a las sustancias tóxicas.
“Nos motiva mucho la ayuda que recibimos de los vecinos. Nos han apoyado con tortillas, frijoles, tamales. También agradezco a la gente que nos apoya comprándonos lo que vendemos en la calle. Todo suma”, declaró.
También está muy agradecido con su mamá, Juana Hernández Mendoza, por ser ese pilar fuerte, que le ayudó a salir de ese mundo que lo hizo perder todo, pero gracias a su voluntad de salir adelante logró recuperar a esos seres precisados (sus tres hijos y esposa), quienes son su principal motor para lograr ser mejor ser humano.
“Me hace muy feliz tener a mi familia unida, poder ayudar a más personas en salir del infierno de las drogas. Mi madre se siente orgullosa de mis logros como el de crear el centro de rehabilitación”, expresó con mucho orgullo.
Atondo Hernández, asegura que las mejores armas para prevenir caer en las adicciones es fomentar valores en la familia y escuela. Lograr tener una mejor comunicación entre padres e hijos, en especial dialogar con los adolescentes sobre los riesgos del consumo de drogas y practicar un deporte, que ayuda a aliviar el estrés.
El hombre rehabilitado, asegura que tiene capacidad de lograr más cosas contra la drogadicción. Actualmente, cuenta lo necesario para apoyar en la recuperación de un adicto, pero trabaja todos los días porque en un futuro quiere hacer convenios con instituciones como ICATSIN, para lograr que los pacientes se capaciten en un oficio y logren tener una mejor calidad de vida.
“Cuando salimos a la calle a vender un producto como bolsas para la basura, en ocasiones somos discriminados, porque creen que les podemos causar algún daño. Nuestro objetivo es dar ese mensaje de que se puede salir adelante”, reveló y pide a la ciudadanía mayor empatía.
Julio César, después de una fuerte caída, se levantó, para continuar una hermosa vida fuera del vicio de las adicciones. Tocó fondo, pero gracias a Dios, ese fondo no fue la muerte. Ahora continua el camino llamado vida y lo mejor está, por venir en la Casa de Restauración Uniendo Familias CRUF Las Minas A.C. en la colonia 21 de Marzo.
Actualmente, la Casa de Restauración Uniendo Familias CRUF Las Minas A.C. que se ubica sobre la calle Ascensión Correa #3256, en la colonia 21 de Marzo, cuenta con tres pacientes.
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