Manuelita, mujer luchadora que vendiendo velas ilumina su vida y la de otros en Culiacán

A sus 68 años, Manuela Luke López supera las adversidades de la vida y sigue trabajando con entusiasmo para sacar adelante a su familia

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa.- La colonia 21 de Marzo, ubicada en la capital sinaloense, ha sido testigo de la valentía y fortaleza de una mujer que, durante más de cuatro décadas, ha desafiado una enfermedad crónica y las dificultades de la vida con un espíritu inquebrantable. Manuela Luke López, cariñosamente conocida como "Manuelita", ha iluminado su vida y la de otros a través de su negocio de venta de veladoras, ubicado en la entrada principal del panteón 21 de Marzo.

A sus 68 años de edad, Manuelita emana una energía y entusiasmo notables, a pesar de las adversidades que ha enfrentado en su vida. Originaria de Guasave, Luke López se casó a los 14 años y se mudó a la capital sinaloense con su esposo en busca de una vida mejor. Durante la mayor parte de su existencia, se dedicó de tiempo completo a atender las labores del hogar y cuidar a sus hijos y nietos.

Cuando sus hijos y nietos crecieron, Manuela decidió emprender su propio camino con el apoyo de su esposo. Hace más de una década, en la colonia 21 de Marzo, comenzó a vender veladoras para sacar adelante a su familia y cubrir los gastos de medicamentos. Inició con solo unas pocas cajas de veladoras, transportándolas en un triciclo. Aunque ha enfrentado duros golpes en la vida, Manuelita continúa su labor con determinación, ya que le proporciona el sustento necesario para su alimentación y los medicamentos que necesita para combatir el lupus que padece desde hace más de 40 años.

"Es poca la venta todos los días, pero estoy agradecida con toda la gente que llega a comprarme las veladoras, pero el día que me va muy bien son el Día de Muertos, Día de la Madre y del Padre. Esos días no estoy en la entrada, como acostumbro a hacerlo, se me asigna un espacio cerca, sobre la barda del panteón", expresó la mujer de 68 años.

A pesar de que su negocio está cerca de su hogar, su familia la apoya, evitando que cargue productos y asegurando que tenga comida. La rutina diaria de Manuelita la lleva a estar bajo un tejaban de material reciclado en la entrada principal del camposanto, de lunes a viernes de 12:00 pm a 06:00 pm, y los fines de semana, desde las 7:00 am, aprovechando la mayor afluencia de personas en el cementerio.

A pesar de enfrentar tanto la enfermedad de lupus y la presión arterial alta, Manuelita se niega a rendirse. Asegura que, cuando se sienta mal, toma un día de descanso, pero su trabajo es su mejor distracción y una fuente constante de ánimo.

Manuela es un ejemplo de que la edad no define los límites, sino la valentía para superarlos. En su puesto de venta de veladoras, encuentra una luz de esperanza, fe y amor, que comparte con aquellos que se acercan a adquirir sus productos. Su historia inspiradora nos recuerda que, en la lucha constante por superar las dificultades de la vida, lo importante es levantarse una vez más con más fuerza, tal como lo hace Manuelita día tras día.