El creador de contenidos inspira a millones de usuarios en Facebook.

Por: Miguel Calderón

Quería ser productor musical y para eso estudió, pero su vida dio un giro a raíz de la muerte de su hermano mayor. Él es Farid Dieck, un joven regiomontano que vino a Culiacán esta semana y compartió sus reflexiones acerca de para qué estamos aquí.

Graciano, hermano de Farid, falleció súpitamente a la edad de 28 años el sábado 03 de marzo en Hong Kong, en donde por cursar un doctorado se encontraba. Farid dejó pendiente una llamada con él, justo un día antes del accidente. En tributo y honor al primogénito de su familia hoy elabora contenidos positivos para las redes sociales.

Nunca había oído de él, pero me tocó ser parte de alrededor de 300 seres humanos que abarrotaron el auditorio Lince de la Universidad Autónoma de Occidente en su plantel de Culiacán. Atendí la invitación que hizo llegar el Instituto Estatal Electoral y que forma parte de un esfuerzo denominado “Más allá del voto”, que provoca reflexiones colectivas acerca de nuestras responsabilidades ciudadanas que están antes y después de nuestra obligación de emitir el sufragio ese domingo de elecciones.

Ingresé al auditorio como un invitado sin expectativa: escuchar un nuevo llamado a ser más comprometido como ciudadano, pero hasta ahí. En los primeros minutos, mientras presentaban la hoja de vida de Farid, escuchaba gritos femeninos desde el público que evidenciaron que el protagonista era conocido por algunos. “Un millón y medio de seguidores en sus redes sociales”, escuché que dijo la maestra de ceremonias. “Algún centenar en Sinaloa y alguna decena en este auditorio”, pensé.

Al iniciar su charla anunció que compartiría enseguida un poema de su autoría. “¿Ingeniero en producción musical metido a poeta?”, prejuzgué yo.

Justo antes de iniciar la prosa del poema cimbra a los presentes diciendo:

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Para ti hermano Graciano y continua. “Te cuento que ahora entiendo que no te fuiste para dejarme si no que lo hiciste para quedarte. Te veo tan claro en todas partes: en mi ser, en la naturaleza y en todas las personas con las que cruzaste. Te cuento que sí, la soledad llega… la tristeza también… pero no consumen. Acechan… pero no atacan. Argumentan… pero no convencen. ¿Y cómo habrían de hacerlo? Si te siento tan vivo como siempre. Te cuento que lentamente mis lágrimas se transforman en sonrisas, que poco a poco mi dolor se transforma en amor y que tus recuerdos se transforman en vivencias. Te cuento que me prepararé, lucharé, y sobre todo viviré. Para cuando el día que nos volvamos a encontrar te sientas orgulloso de lo que juntos logramos hacer, pues ahora y siempre vivirás en mí. Jamás te recordaré porque nunca te olvidaré.

El silencio momentáneo se apoderó de la sala y en seguida vinieron los aplausos. Los siguientes cuarenta minutos se escucharon de la persona de Farid reflexiones acerca de lo afortunados que somos por vivir y por estar, pero de la necesidad de definir para qué estamos aquí. “Un mundo sin problemas no existe” fue una frase de muchas que nos lanzó y que se insertaron, a través de nuestros oídos, en nuestras conciencias. “Nuestra felicidad depende de cómo abordemos estos problemas cotidianos. No te preocupes por ellos, ocúpate de ellos”.

El joven Dieck tiene una página web y enlaces en redes sociales en donde encontraremos sus reflexiones sobre temas muy diversos, pero en los que el común denominador es una actitud positiva para enfrentar nuestro día a día. Yo llegué a estos contenidos por casualidad al entrar a lo que parecía ser una conferencia más.

Búscalo. Te lo recomiendo.

Miguel Calderón.