Penas que caen de peso... ¡Conocerte te ayudará a sanar!
Reflexiona con nosotros, en esta ocasión el psicoterapeuta humanista Antonio Ayala, nos habla un poco acerca de equivocarnos en llenar vacíos emocionales de maneras poco saludables. ¡Conocerte te ayudará a sanar!
Taller de vida presenta "Penas que caen de peso", identifica bien tus emociones, cuida tu salud desde el interior. Una colaboración del psicoterapeuta humanista, Antonio Ayala.
Penas que caen de peso
Descubre aquello que pudiera ser desnutrición afectiva, y no resuelves, sino que anestesias comiendo de una manera desordenada y que no es saludable.
En la imposibilidad de identificar el mundo intrapersonal, hemos confundido nuestros sentires; confundimos el vacío en el alma con el vacío en el estómago.
"Las penas con pan son menos " y si las penas son muchas, por deducción, el pan entonces deberá ser mucho.
Confundimos a menudo la angustia con hambre, ansiedad con antojo y llenar el alma con "quedar lleno".
La obesidad puede ser el resultado de querer ansiosamente alimentar esos huecos, que no están en el estómago, sino en el corazón.
Las emociones son "tragadas" a cucharadas, aderezadas de incontables carbohidratos porque la hambruna es afectiva, pero deformamos esta demanda, por una alimenticia.
Esto tiene una estrecha relación con el cariño de la madre, pues este es el motivo del primer vínculo con ella, la alimentación. Un comedor compulsivo es un niño que exige a su madre.
Ante la inseguridad, comemos, porque eso nos retorna a esos entonces, cuando nada nos faltaba y éramos felices.
La relación con la comida es un reflejo de la relación con los afectos, donde se pasa de la metáfora a lo real, de la intención de colmar los afectos, al deseo de llenarnos de otro que se ha ido.
