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Los pargos sarteneros: ejemplo de manejo de los recursos pesqueros

Existen diversos estudios que avizoran un mejor futuro a los pargos, estos son diversas investigaciones que demuestran la factibilidad de su cultivo en granjas marinas.

31 diciembre, 2020
Los pargos sarteneros: ejemplo de manejo de los recursos pesqueros
Los pargos sarteneros: ejemplo de manejo de los recursos pesqueros

Dr. Xicoténcatl Vega Picos

¿Qué tanto sabes de los pargos sarteneros?. Las salidas al campo del Dr. Alán Zavala son frecuentes, en este caso su “campo” incluye el vasto Golfo de California. En cada una de sus salidas al mar siempre tiene sorpresas, no en vano el océano es un “mar de sorpresas”. Hace algunos ayeres, en una reunión de trabajo, me mostró varios videos que había tomado con su nuevo juguete: una cámara submarina.

El primero que vi fue de una de cardúmenes de peces; especies gregarias moviéndose de una manera compacta, para protegerse de depredadores y a la vez alimentarse.

En otro video me comentó, “este es del arrecife el Elefante”, yo incrédulo le pregunté “¿arrecife el Elefante?” con un acento sanjaviereño, un poquito más marcado que el del “Chacuaco”. Su respuesta fue afirmativa, era un video que me dejó por demás impresionado. Era un cardumen de pargos (Lutjanus sp) nadando en forma circular, no recuerdo si en el sentido de las manecillas o no, pero era un hervidero de pargos, lo extraño era que el agua estaba turbia.

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La turbidez se debía a que estaban en plena reproducción, las hembras aventaban los óvulos y los machos el semen. El nado en círculos formaba una corriente en forma de remolino que impedía la salida de los huevos y el semen, de esta manera se garantizaba la reproducción, al menos es lo que yo pienso.

El punto, con los pargos y como muchas otras especies comerciales marinas, es la sobreexplotación a la que se encuentran expuestos, y esto probablemente lo resumimos al diámetro de la sartén en la que los fríen. Nadie puede negar que este pez es de los favoritos para la gran mayoría de nosotros, su sabor y propiedades alimenticias no están en duda.

Lo que pongo en duda es su conservación. ¿Cómo se encuentra la especie? La realidad es que no tengo idea de cómo se encuentran. Sin embargo, creo que el pargo y muchas otras especies de alto valor comercial andan arrastrando la cobija.

Un “pargo sartenero” puede ser un adulto o un juvenil, dependiendo de su tamaño, peso y edad debido a que pueden existir traslapes en estos parámetros. Para el caso del sartén lo que importa es el tamaño y el peso. Este pargo se vende y sirve con un peso de medio kilo, algunas veces puede ser más chico, las menos más grandes.

La sartén que se usa para freír pargos tiene 25 cm de diámetro, esto nos indica que estos peces aún no llegan a su madurez sexual plena, por tanto, si son juveniles y ya están en la sartén nos estamos comiendo un individuo al que le coartamos la posibilidad de que se reproduzca en detrimento de la supervivencia de la especie.

Por otro lado, es preocupante como los océanos y sus recursos naturales están siendo depredados de una manera brutal. Actualmente la pesca está más que alejada de la sustentabilidad. No existen regulaciones o si existen no se aplican, salvo algunas excepciones. Peor aún el presupuesto es escaso en esta área del conocimiento y más escasos son los investigadores en México, según un reporte de la UNESCO.

pargos

La revista Nature recientemente publicó que los recursos pesqueros en los océanos están en riesgo, esto pone en entredicho la capacidad para alimentar a una población que en poco menos de 30 años rozará los 10 billones. Mucha gente para ser alimentada en una cada vez más restringida agricultura y ganadería, sobre todo por la falta de espacio para estas actividades.

Hoy hablamos de los pargos, pero el listado de peces a nivel local, nacional e internacional puede variar y probablemente estos sartenes sean más chicos o más grandes. Sin embargo, existen diversos estudios que avizoran un mejor futuro a los pargos, estos son diversas investigaciones que demuestran la factibilidad de su cultivo en granjas marinas. A esto es a lo que se debe de invertir: investigaciones que permitan explotar un recurso natural de una manera sustentable.

Lee: Los recursos pesqueros, ¿cómo andamos?

De todos es sabido que la investigación científica es una buena inversión. En un país en donde 17 estados tienen litoral costero que en total suman más de 11 mil 500 kilómetros es importante invertir en la investigación y conservación de sus mares y costas.

Los recursos naturales que estos producen son y serán prioritarios para el país. En un futuro no muy lejano deben de ser el pilar de la autosuficiencia alimentaria; pero el primer paso para que ello ocurra debe de cimentarse en una política del conocimiento científico, que permita establecer su aprovechamiento con una base de datos sólidas y amparado en acciones de manejo y conservación que la sustentabilidad de estos mismos recursos requiere.

El olvidar estos recursos marinos es alejarse de un potencial económico de un sector social que cada vez se encuentra más desamparado. La conservación de los recursos marinos paga, y debe de redituar en un buen número de sartenes con pargos que permitan alimentar a esta población y las que vienen.

La promoción de espacios naturales o protegidos en estas zonas sumaría, sin duda alguna, estos tan preciados pargos y por qué no, alguno que otro robalito.


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