Establecimiento de paradas estratégicas de autobuses, limpieza, ciclovías y la apropiación de espacios para las personas es el camino a seguir

Mantener un distanciamiento social de al menos 2 metros es una de las principales medidas de seguridad durante la contingencia. Pero, en banquetas pequeñas es complejo respetar tal norma. Y si hablamos del transporte público, en la capital sinaloense, más del 46% de la población lo utiliza. Entonces, ¿cómo hacerlo más seguro? A continuación, Mapasin nos comparte su posición frente a la transformación de la movilidad post COVID-19 en Culiacán.

En materia de movilidad, las ciudades alrededor del mundo se han visto en la necesidad de adecuar sus sistemas de transporte con el objetivo de reducir riesgos de posibles contagios por coronavirus.

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De ahí que las autoridades en el tema recomiendan incrementar el número de carriles para el transporte público, diseñar ciclovías emergentes, ampliar banquetas, cerrar zonas al tráfico vehicular, entre otras medidas que beneficien a los peatones.

Movilidad en Culiacán

Las sugerencias a nivel internacional, ¿son una pauta para el diseño de las calles en Culiacán? La asociación civil Mapasin sugiere un “ordenamiento y reestructuración” de éstas, basado en los criterios de accesibilidad universal en manuales de diseño tanto nacionales como internacionales, para la apropiación de espacios por parte de peatones, ciclistas y transportistas públicos.

Ante tal afirmación surge una cuestión, ¿cómo lograrlo? Mapasin agrega que es clave “evitar que el ciudadano busque el automóvil por miedo al contagio” a través de la “consolidación de un sistema integral de transporte público eficiente, que incorpore medidas de salud, seguridad, higiene y bienestar los usuarios y operadores”.

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Lo anterior parte del conocimiento que más del 46% de la población culiacanense utiliza el transporte público para moverse, por lo que se recomiendan las siguientes acciones:

• Establecimiento de paradas estratégicas
• Frecuencia de paso regular que evita las aglomeraciones en las paradas
• Reestructuración del número de unidades acorde al porcentaje de uso en las rutas
• Estricta limpieza e higiene de las unidades
• Mejorar condiciones laborales de operadores
• Integración de rutas con transbordos
• Pago con tarjeta

Además de los vehículos colectivos, existe otro que facilita la movilidad y no afecta al medio ambiente: la bicicleta. Y para impulsar su uso, se deben dotar de seguridad los desplazamientos de los ciclistas en la ciudad, así como espacios particulares para este medio de transporte.

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“Impulsar la movilidad activa; caminar y la bicicleta, usar el transporte público para distancias mayores, nos hará disminuir los siniestros viales y muertes por dicha causa, hacer frente a la crisis climática, recuperar nuestros espacios públicos, además de mejorar la calidad del aire y nuestra salud”.

Por lo anterior, Mapasin exhorta a las autoridades a ser parte de la solución a través de la centralización de planes a favor de las personas, y de la unión con la sociedad civil, colectivos e instituciones para construir un beneficio común.