"La mujer, como un género que requiere reafirmación y no igualdad" en Taller de vida.
El tema de hoy es una reflexión breve que nos habla sobre poner al fin, un alto a esta absurda guerra de sexos que lejos de encontrar vencedores, nos impide el complemento. No te pierdas este "Taller de vida" y reflexiona con nosotros...
Hoy te presentamos en Taller de vida: "La mujer, como un género que requiere reafirmación y no igualdad". Una colaboración del psicoterapeuta humanista Antonio Ayala...
El tema de hoy es una reflexión breve que nos habla sobre poner al fin, un alto a esta absurda guerra de sexos que lejos de encontrar vencedores, nos impide el complemento.
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"La mujer, como un género que requiere reafirmación y no igualdad"
Las mujeres, siempre van representando ser seres indescifrables para los hombres, sin embargo, hay ciertos reconocimientos que son inevitables hacer a la hora de considerarles, que nos dejan en deuda si buscamos ser justos por su intrínseca calidad humana
Por ello, se acrecienta la deuda con ella, en la gratitud obtenida por la admiración a sus características específicas.
Poner al fin, un alto a esta absurda guerra de sexos que lejos de encontrar vencedores, nos impide el complemento.
Reconocerlas entonces por: su entrega incondicional, su fuerza de voluntad, su aprecio a los detalles que conforman el mundo, su maravillosa forma de homogeneizar nuestras vidas, su tolerancia ante las negligencias diarias, su temple ante las adversidades, la ternura con que mira, la emoción con que se rige y motiva nuestros días, su belleza natural que nada tiene que ver con clichés y modas, porque siempre ha sido y será bella de múltiples maneras.
Por la ilusión con que mira hacia el futuro, aun cuando el panorama luzca decaído, por la facilidad con que puede hacer sentir a un "hombre" un verdadero hombre, porque es siempre la energía que impulsa las causas más nobles, por esa magia con que toca lo incierto y lo convierte en verdadero.
Por su fortaleza emocional porque es capaz de seguir amando aun cuan la fe le falta, porque es el único ser que conocer el amor genuino y con él arropa a su hijo, por todo lo que nos enseña y lo poco que hemos aprendido.
Por ello, mil gracias a esos seres únicos que están más allá del alcance del hombre.
Gracias mujercitas que reinan nuestro mundo sin buscar protagonismos.
Tenemos mucho que aprenderles en la búsqueda de un equilibrio justo entre los sexos.
Y las mujeres,