¿Cuáles serán los empleos para los niños del futuro?
Propiciar el autoaprendizaje en los niños, los ayudará a hacer frente a los empleos del futuro.
El autoaprendizaje es la clave para el desarrollo del menor en el futuro.
En un mundo tan cambiante, las escuelas deben adaptar sus planes de estudio basándose en los avances tecnológicos, según el fundador de X Prize, Peter Diamandis. De lo contrario los empleos del mañana aún no existirán para los niños del futuro.
El reporte The Future of Jobs Report 2018 del Foro Económico Mundial señala que el 65% de los niños que ingresaron a la escuela primaria en 2017 tendrán trabajos que aún no existen y para los cuales su educación no los preparará.
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En consecuencia, Heather McGowan, estratega de futuro laboral, recomienda enfocarse en el desarrollo de la capacidad de autoaprendizaje en lugar de la transferencia de conocimiento.
“El conocimiento fundamental del futuro es tu propia capacidad de aprender y adaptarte, porque si no lo haces, tu carrera se detendrá después de un par de años”, indicó.
Herramientas para el futuro
Cubetto, un pequeño robot de madera que se mueve sobre una tabla cuando un niño inserta bloques con comandos como izquierda, derecha o adelante en una base conectada.
El kit Cubetto, cuesta 225 dólares, se utiliza tanto en escuelas como en hogares, para enseñar a niños de apenas tres años a crear código. Sin embargo, la efectividad de la herramienta depende de la capacidad de atención del niño.
Del mismo modo, el kit Kano es una computadora o tablet que uno mismo crea. Los estudiantes siguen una guía paso a paso para conectar las partes, y una vez que está en funcionamiento pueden jugar en varias aplicaciones que van desde aprender a codificar hasta crear música y juegos.
En ese sentido, Peter Diamandis puntualiza que las aplicaciones deben adaptarse al modo de aprendizaje del estudiante a fin de potencializar sus habilidades.
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Diseñar un ambiente de aprendizaje
La tecnología no solo ayuda a enseñar a los niños, también crea un mejor ambiente de aprendizaje.
Compañías como Velux y Leapcraft están trabajando juntas para introducir sensores en el aula. Desarrollaron el Ambinode, una pequeña caja blanca que monitorea el ruido, la temperatura, las partículas de aire y los niveles de CO2.
Posteriormente, los datos se envían a una aplicación de teléfono inteligente, de modo que un profesor o un gerente del lugar pueda monitorear el entorno y asegurarse de que sea lo más cómodo y productivo posible.
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Dicho lo anterior, los docentes deben actualizarse conforme al avance de la tecnología a fin de propiciar un aprendizaje amplio dentro de los salones de clases.