El coronavirus vino a poner en descubierto que las oficinas de trabajo no eran tan esenciales. En muchos casos con home office ganan empresarios y trabajadores

No cabe duda, las crisis nos llevan a pensar y actuar diferente. Descubrimos que, en términos laborales, todo lo que se hace en un escritorio se puede hacer desde casa. Es que la crisis mundial que trajo la pandemia del coronavirus nos orilló a buscar cambios en la manera de continuar trabajando, y quienes lo hicieron desde casa se dieron cuenta que disminuyeron el gasto. También los patrones.

Tenemos justamente un siglo que comenzó a utilizarse el concepto de oficinas (1920,) para fomentar la productividad teniendo juntos y bajo supervisión a los trabajadores. Pero fue en 1960 que se empezaron a introducir los cubículos de oficina, una tendencia que se alargó con énfasis hasta 1990 dando un espacio más individualizado al trabajador.

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Fue suficiente una crisis de salud internacional para darle entrada al Home Office, una práctica que había sido poco aceptada para trabajadores distantes. Al generalizarse la pandemia del coronavirus y el confinamiento de los trabajadores, muchos patrones decidieron continuar la oferta de trabajo, pero con los empleados en su casa.

Eso abrió las puertas a otra realidad, descubrir que, en muchos oficios y profesiones, empleados y patrones salen ganando al trabajar desde casa, ahorrando costos, sin dejar caer la rentabilidad.

Descubrimos que, todo lo que se hace en un escritorio en una oficina se puede hacer en un escritorio en casa: escribir, teclear, llamar, usar la computadora, platicar con personas, ver informes, analizar, estudiar, etc.

El mundo laboral cambió. Analicemos las ventajas:

• Millones de personas trabajarán ahora desde sus casas.
• El traslado de la casa al trabajo y viceversa, ha sido un gran problema.
• Se pierde mucho tiempo útil.
• Se producen muchos accidentes.
• Genera mucha contaminación.
• Genera estrés.
• Una empresa destina 4 metros cuadrados de oficina para cada trabajador.
• Ya sea oficina, call center, despacho, consultorio, corporativo, etc.
• Aparte necesita 20 metros cuadrados de estacionamiento para el auto del trabajador.
• Es decir, 5 veces más para su auto.
• Esto también se lo ahorrarán las empresas.
• La tecnología ayuda a comunicarte donde te encuentres.
• Es más eficiente la junta virtual que la presencial.
• Siempre son más cortas, van más al grano, no se pierde tiempo.
• Pueden quedar grabadas, compartirse documentos, participar varias personas, etc.
• Tienen la comodidad de bloquear el audio o el video.

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Esta crisis de salud y económica mundial va a traer grandes cambios estructurales, el mundo laboral ya no será igual para todos. Si demostraste capacidad de adaptación al home office, estás del lado de los que vencen paradigmas.

Preparémonos para nuevos escenarios de trabajo, esto no para de transformarse. Sigamos pensando en todo lo que se hace en un escritorio.

ACL/J.F. Sotomayor.