Para Inés tejer y bordar con hilos de colores es promover la paz, es fomentar la colectividad, es entrelazar historias.

Inés Arce lleva más de 12 años como maestra en una primaria de Culiacán, ahí enseña el gusto por el bordado textil a niños y niñas.

Gusto que trae en las venas, heredado desde su infancia al ver como sus abuelas y tías con aguja y aro en mano bordaban las famosas servilletas de mesa.

Inés no solo se quedó con el bordado en objetos utilitarios, sino que trasladó su arte a objetos de expresión. Desde entonces le han llovido invitaciones y colaboraciones con artistas y colectivos sinaloenses. Sus alcances ya son internacionales.

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Algunas de sus piezas tienen mucho que ver con la niñez, ya que como maestra desea dejar una huella, una esperanza para que esta niñez sea mucho mejor que la sociedad actual. No se trata sólo del tejido, se trata del mensaje y el arte.

“Parten de algunos libros como por ejemplo Corazón: Diario de un niño” de Edmundo de Amicis, y a través de esos libros, bordaron lo que hay en su corazón de niños, los que ellos quisieran ser de adultos”.

Exposiciones

Bordando ilusiones es una exposición pequeña que surgió a raíz de visibilizar a grandes mujeres que han hecho historia, utilizando los hilos, creando un mundo mejor.

También participa actualmente con un grupo llamado “Bordadoras de corazón”, con la ayuda de este grupo ha expuesto en varias campañas.

Señala que la hacen crecer, como persona y creadora, colaborar con artistas sinaloenses como Sandra Robles, Angelina Zamudio, Alejandro López, Martha Romero, que de alguna manera difunden, promueven la cultura, y apoyan el trabajo en la comunidad.

“Hemos bordado diferentes corazones, otra de las campañas ha sido colaborar en el Salón de la Vida y la Muerte con la maestra Sandra Robles, hemos bordado un Tzompantli con más de cinco metros, elaborado por alumnos de mi escuela, y hemos participado en exposiciones del Museo de Arte de Sinaloa, también en el colectivo Morras Chidas Rotulando”.

Para el movimiento del Día Internacional de la Mujer, fue pieza importante la colaboración de Inés Arce en Culiacán, al realizar una instalación con listones.

Me invitaron hacer una colaboración para el día del 08 de marzo, “Te quiero viva, libre y loca, que no callen tu boca” y alrededor de ese bordado yo instalé unos listones que en una manifestación muchas mujeres ahí presentes escribieron el nombre: “víctimas de feminicidio”, y eso está en manos del C´MAS (Colectivo de Mujeres Activas de Sinaloa A.C.), se los doné a ellas, menciona Inés.

Talleres y performance

Lleva más de diez años participando como “catrina” en el festival de las Ánimas en Sinaloa y en el Salón de la Vida y la Muerte, todo su atuendo es diseñado por ella.

Realizando talleres de bordado en diferentes municipios de Sinaloa, y una de las piezas la llevó participar con sus bordados en un evento en Colombia, en el Día Contra la Violencia de Género, gracias a estas participaciones ha aprendido mucho como persona, y todo ese conocimiento trata de compartirlo con sus alumnos.

“Mandé unos bordados a Colombia por lo del 25N y me dio mucho gusto colaborar aún en la distancia con una manta enorme, en donde van tres bordados hechos por mí, y que tienen que ver con una situación muy lamentable, que tiene que ver en Culiacán con el homicidio de dos niñas. Y que se dijo desafortunadamente que habían sido asesinadas por ser ingobernables. Con frases como tipo acróstico frases que nos dejan una situación que tenemos que atender ese problema, que como sociedad nos está dañando, y yo como maestra me mortifica, me preocupa y yo qué más quisiera que el mundo fuera de respeto e igualdad”, afirma la maestra.

El bordado no tiene género

Quiere que, a través de los hilos, los niños y las niñas puedan expresar también lo que sienten, y esto no se vea afectado como una situación de género.

“Es un trabajo de comunicación sobre todo con las familias, tengo más de 12 años trabajando en la misma escuela, ya me conocen, saben ellos que es parte de mi historia personal”.

Entrelazando almas con hilos

Como maestra le gusta enseñar, le gusta compartir el gusto por el bordado en talleres en los que ha participado, entre lo que más destaca es el bordado de poesía.

Tocar el aro, el hilo, una aguja y empezar las conversaciones con niños, niñas, adolescentes y personas adultas, es una manera de sanar cosas personales.

“Y es lo que vivo cuando me reúno con mis amigas bordadoras, que a través de estar bordando, de estar haciendo un proyecto juntas, pues estamos sanando y entrelazando nuestras almas con esos hilos”.

Para la maestra Inés, tejer y bordar con hilos de colores es promover la paz, es fomentar la colectividad, fomentar el trabajo en comunidad.

“El crear en tus manos, los hilos, el tratar de soñar con un mundo mejor, entonces cada vez que tomamos un hilo y una aguja es crear nuestras propias historias, crear una historia mejor y pues invitar a los y las demás a que se unan a poder seguir construyendo a través del arte textil una mejor ciudad y un mejor Culiacán”.

Con Inés Arce, en cada hilo y puntada va un pedacito de paz.

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