La vida es compleja pero muy bonita. Vale la pena vivirla

¿Alguna vez ha cruzado por tu mente cómo sería tu último día y de qué manera verás toda tu vida pasar? La interrogante principal es: “¿cómo te sientes con tu vida hoy?” Estas son dudas existenciales y profundas que muchas personas no visualizan hasta el final. En esta ocasión te invitamos a conocer tu “yo” y busques construir los pilares para una vida feliz.

Un paramédico es quizá la persona que ha tenido el privilegio de despedir a miles de personas, y en su último respiro, notar que no es la duración de la vida lo que más importa sino la profundidad de la misa; no vivir mucho, sino vivir bien, según Publilius Syrus.

“¿Estaré satisfecho con la vida que viví?” Tal vez no tendremos una respuesta certera. Pero, si se pueden construir pilares para una vida feliz, que no sólo contribuyen a una vida que vale la pena el recorrido sino a una vida digna de ser recordada con cariño.

1. Permítete ser feliz antes de tener éxito

Uno de los principales reproches de las personas cuando son mayores es que no se permitieron ser felices.

Las personas se dicen a sí mismas que cuando X o Y suceda, serán felices. Situación que no sucederá. La felicidad es una habilidad y una mentalidad, y cuanto más lo pospongamos, menos probable será.

Si condicionas tu felicidad al éxito, la mayor parte de tu vida será miserable. La vida es un proceso, y no un momento. Si puedes ser feliz antes de conseguir tus metas, podrás ser mucho más exitoso.

La felicidad puede preceder al éxito, porque las emociones positivas mejoran tu desempeño, tus resultados y tu rutina diaria.

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2. Ten una visión clara

¿Cuál es tu visión para tu vida?, ¿qué quieres ser? No tener una inspiración que te empuje podría provocar que sacrifiques los mejores años de tu vida en algo que no conecta con quien eres realmente.

Cuanto más clara sea tu visión del futuro, más fuerte será su atracción. ¿A dónde vas? Si lo sabes, tienes muchas probabilidades de llegar allí y probablemente también disfrutes del viaje.

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3. Dedícate a algo significativo

La vida es compleja. No es un asunto fácil, y a menudo, nos regala momentos de sufrimiento al grado que algunas personas intentan ponerle fin. Entonces, ¿qué nos impide terminar así?

La respuesta podría encontrarse en diversos lugares. Tal es el caso del libro de Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido; quien perdió todo pero sus emociones las transformó en esperanza. Su supervivencia mental y espiritual se debió gracias al “significado”.

Si posees un significado general que te lleve a través de la vida, estarás protegido de muchas situaciones adversas. Entonces, pregúntate “¿qué hace que valga la pena vivir?” Si tienes una respuesta, eres una de esas pocas que podrá llegar al final de sus días con gracia; la gracia de un espíritu humano llevado sobre las alas del propósito.

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4. Conviértete en un aprendiz de por vida

El aprendizaje permanente no es solo el secreto del éxito constante, sino también el secreto de un cerebro sano y una vida que crece en lugar de estancarse.

De ahí que tiene mucho que ver con el crecimiento. Lo que sabes ahora, te pudo llevar a donde te encuentras hoy; pero, para llegar a donde deseas estar, lo más probable es que tengas que aprender algo nuevo.

Cuanto más sepas, más aprenderás; cuanto más te expongas, mayores serán tus posibilidades de encontrar la información que puede llevar tu vida al siguiente nivel. La ignorancia no es felicidad, es arrepentimiento.

Si siempre estás aprendiendo, tus posibilidades de éxito continuo y de por vida, se disparan; ya que no asumes la vida con lo que aprendiste hace 10 años, al contrario, seguiste evolucionando.

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5. No te conformes con menos

La mayoría de las pasiones mueren no por imposibilidad, sino por conformarse con algo más fácil. A todos nos apasiona algo, y cuando no lo seguimos, parte de nosotros muere.

Sólo tenemos una oportunidad de vivir, una oportunidad de hacerlo bien, y si bien es peligroso perseguir el ideal, es igualmente peligroso huir de él.

Pero, en cambio, nos acomodamos. Decidimos que no era para nosotros. Elegimos ir con algo más fácil, aceptable, acorde con las expectativas de la sociedad. Nos conformamos con una vida y, al hacerlo, rechazamos otra.

Y, ¿por qué no ver qué tan lejos podemos llegar? Todos vamos a morir un día, así que, ¿por qué no intentarlo? Fracasar siempre será una posibilidad, pero incluso si fallas y lo diste todo, es un consuelo por derecho propio.

Puede haber orgullo, felicidad y satisfacción, incluso en el fracaso. ¿Y si lo logras? Bueno, eso siempre será una posibilidad también, ¿no lo crees?

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6. Recuerda divertirte

La vida es cosa seria, y es mucho más fácil tomarse las cosas demasiado en serio. Mucho trabajo y cero diversión equivale a la tierra de la melancolía y una manera de volverse ineficaz.

La pregunta aquí es, ¿serás capaz de reírte incluso en el crepúsculo de tu vida? Al final de tu vida, apreciarás el arduo trabajo y los frutos del mismo, pero también aquellos momentos en los que te divertiste: la alegría, la risa, la emoción, la aventura.

Una vida plena es aquella que te reanima con los recuerdos de las aventuras. Trabaja y juega duro. Estarás contento de haberlo hecho.

7. Cuídate a ti mismo

Todos envejecemos pero no por igual. Algunos lo hacen con gracia, mientras que otros sufren, y aunque existan factores externos, gran parte depende de ti.

Uno de los mayores arrepentimientos que tienen las personas es simplemente no cuidarse a sí mismos, no solo porque les duele, sino también por la carga en sus seres queridos.

La salud es riqueza y un regalo que le das a los demás, porque cuando te cuidas a ti mismo, también, en secreto, estás cuidando a quienes te aman.

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8. Acaricia a quienes amas

Una de las cosas más importantes de la vida son las personas con las que la compartimos. Tu familia, tus amigos, son tu mayor tesoro, y cuando se vayan, te darás cuenta de eso.

Si deseamos ser felices con nuestra vida, no podemos dar por sentado a las personas que amamos. ¿Qué significa un éxito sin tener a alguien con quien compartirlo? Si tienes a personas a tu alrededor que te aman por quien eres, es un tesoro.

Aprecia a tus seres queridos. Pasa tiempo con ellos incluso si te sientes incómodo. Ama a tus padres, hermanos y amigos; ríete con ellos, llora con ellos.

¿Qué es una buena vida? Todos tienen su propia respuesta. Una vida bien vivida es el mejor regalo que le puedes regalar a tu yo del futuro. Así que vive profunda, amorosa y libremente posible, para decir “valió la pena”.

Artículo original en Medium.