De Italia a México: El David y La Piedad llegan al museo Soumaya
Las esculturas pueden ser visitadas de manera gratuita en un horario de lunes a domingo de 10:30 a 18:30 horas en el Museo Soumaya, Polanco, Ciudad de México.
El museo Soumaya demuestra que el arte no tiene fronteras al traer dos de las obras más representativas del Renacimiento a la Ciudad de México. El pasado enero de 2023 el museo Soumaya de la fundación Carlos Slim, abrió sus puertas con 2 nuevas esculturas en su colección: réplicas certificadas de El David y La Piedad del renombrado artista italiano Miguel Ángel.
Estas obras son un deleite para los visitantes, pues son un intercambio de cultura y un viaje en el tiempo hasta el Renacimiento accesible para todos los mexicanos, sin la necesidad de tomar un vuelo. Las esculturas pueden ser visitadas de manera gratuita en un horario de lunes a domingo de 10:30 a 18:30 horas en el Museo Soumaya, Polanco, Ciudad de México.
Ambas estatuas fueron esculpidas escala 1:1 por artistas florentinos en la Galería Pietro Bazzanti, supervisados por el gobierno italiano, los Museos del Vaticano y bajo la dirección de Roberto Domina. Con el fin de mantener la mayor autenticidad, el mármol utilizado fue extraído de la cantera de Carrara, mismo que Michelangelo utilizó para las obras originales.
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Estos elementos permiten una fidelidad y atención al detalle que hacen que el espectador pueda apreciar las obras con la misma emoción que las originales. En el caso de La Piedad, la réplica fue trabajada durante los años 2006 a 2012, pesa 2,600 kilos y da la bienvenida a los visitantes al ser la obra más próxima a la entrada del museo. Mientras que El David, esculpida entre 2018 y 2020, se impone en el lobby y atrapa la atención con 6.97 metros de altura y un peso de casi 6 toneladas. Pero, ¿Por qué son tan especiales estas esculturas?
La Piedad: En 1498 el reconocido artista renacentista Michelangelo, fue encargado de realizar la obra más hermosa de toda Roma para decorar la tumba del cardenal francés Jean Bilhères de Lagraulas. Con tan solo 23 años, el artista no decepcionó y un año después presentó una escultura de mármol que hasta la fecha conmueve a los espectadores. La Piedad representa a la Virgen sosteniendo en sus brazos el cuerpo de Jesús tras ser bajado de la cruz.
A pesar de ser una escena melancólica, el tema se centra en el amor de una madre por su hijo, una representación del ideal de belleza. Es por esto que Miguel Ángel se esforzó por pulir cada uno de los detalles de la escena, desde los pliegues de la vestidura de la Virgen y la banda que cruza su pecho con el nombre del artista hasta las delicadas heridas de Jesús.
Asimismo la escultura juega con luz natural, ya que el rostro de la Virgen se encuentra en penumbra mientras que el cuerpo de Cristo es iluminado. Por otro lado, la obra cuenta con simbolismos discretos: la roca sobre la que se apoyan representa el lugar de crucificción, el monte Vaticano y la piedra sobre la que se edificó el cristianismo; el tronco a los pies de jesucristo representa la vida y la resurrección; y la postura de los pies, uno apoyado en la roca y el otro en el aire, simbolizan la transición entre la vida y la muerte.
Estos elementos hacen que la obra maraville a todos los visitantes y cumpla su cometido como la escultura más hermosa de Roma, ubicada en la Basílica de San Pedro.
El David: La historia de esta escultura comienza cuarenta años antes de su exhibición. La obra fue originalmente asignada al escultor Agostino di Duccio en 1463. Sin embargo, debido a problemas con el manejo del mármol la pieza fue dejada de lado y designada como inservible por muchos artistas.
No obstante, en 1501 Miguel Angel decidió darse a la tarea de continuar con la escultura y 3 años después presentó al héroe bíblico David con una perspectiva innovadora. La obra hace referencia al pasaje bíblico del Antiguo Testamento, en el cual un jovén David vence al gigante Goliat lanzando con su honda una piedra.
Lo extraordinario de esta obra es que Michelangelo rompe con los paradigmas anteriores, que presentaban a un joven David sobre la cabeza decapitada de Goliat. En cambio presenta a un hombre atlético a punto de lanzar la piedra y logra representar en el mármol la tensión e ira del instante.
A simple vista El David puede parecer sereno, representando el ideal de belleza europea, pero tras una segunda mirada se puede apreciar la tensión en los músculos, una postura expectante, la respiración contenida e incluso la intensidad de la mirada. Estos elementos logran una sensación de energía reprimida que solo Miguel Angel puede plasmar y que la convierten en la obra renacentista más famosa.
Actualmente, El David se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia y únicamente cuenta con 3 réplicas en el mundo, dos de las cuales se encuentran en Florencia.
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