De la calle a centinela del parque: la historia del perrito “Paco”
Vecinos se unen para salvar a un perrito en el fraccionamiento La Florida y ahora es el guardián y mascota de la Unidad Deportiva en Culiacán
Culiacán, Sinaloa.- En la Unidad Deportiva del fraccionamiento Florida, una historia de solidaridad y cariño ha transformado la vida de un pequeño canino. En diciembre pasado, un perrito llegó al parque en condiciones críticas: desnutrido, enfermo y sin rumbo. Sin dudarlo, los vecinos se movilizaron para brindarle cuidados, alimento y, sobre todo, cariño.
De "Flaco" a "Paco": El perrito rescatado que ahora es el fiel guardián del parque de La Florida
Al percatarse de su estado delicado, los residentes buscaron ayuda y lograron contactar a Majo Jasso, una persona de gran corazón que asumió los gastos médicos y cuidados necesarios para su recuperación.
Luego de más de un mes de atenciones, el perrito logró sobrevivir y fue trasladado nuevamente al parque, ubicado en la calle Jazmines y Salvia.
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“Llegó muy enfermo el perrito, tiraba sangre y en vez de abandonarlo, buscamos ayuda para ver quién deseaba apoyarnos. Gracias a Dios, contactamos a Majo, quien nos ayudó con todos los gastos médicos. No somos familias de dinero, pero sí somos empáticos con los animales, no podíamos dejarlo morir”, expresó una de las vecinas que contribuyó a su recuperación.
Inicialmente llamado "Flaco" debido a su frágil estado, con el tiempo y gracias al amor de la comunidad, recuperó su salud y fue bautizado como "Paco". Hoy, este noble perro no solo es la mascota del parque, sino también su fiel guardián, vigilando con lealtad a quienes disfrutan del lugar.
Niños y adultos que visitan el parque han acogido a “Paco” con cariño. Algunos le llevan comida, mientras que otros intentan jugar con él.
“No se deja mucho que le hagamos cariño. Mis papás comentan que tal vez donde vivía antes fue maltratado. Pronto sentirá confianza y jugará con nosotros”, comentó Carlitos, mientras encestaba un balón de basquetbol.
La pequeña Ana Sofía aprovechó para invitar a todos a cuidar a los animales, recordando que también son seres vivos que sienten y merecen respeto.
En la Unidad Deportiva del fraccionamiento Florida, una historia de solidaridad y cariño ha transformado la vida de un pequeño canino. En diciembre pasado, un perrito llegó al parque en condiciones críticas: desnutrido, enfermo y sin rumbo. Sin dudarlo, los vecinos se movilizaron para brindarle cuidados, alimento y, sobre todo, cariño.
Al percatarse de su estado delicado, los residentes buscaron ayuda y lograron contactar a Majo Jasso, una persona de gran corazón que asumió los gastos médicos y cuidados necesarios para su recuperación. Luego de más de un mes de atención, el perrito logró sobrevivir y fue trasladado nuevamente al parque, ubicado en la calle Jazmines y Salvia.
“Llegó muy enfermo el perrito, tiraba sangre y en vez de abandonarlo, buscamos ayuda.. Gracias a Dios, contactamos a Majo, quien nos ayudó con todos los gastos médicos. No somos familias de dinero, pero sí somos empáticos con los animales, no podíamos dejarlo morir”, expresó una de las vecinas que contribuyó a su recuperación.
Inicialmente llamado "Flaco" debido a su frágil estado, con el tiempo y gracias al amor de la comunidad, recuperó su salud y fue bautizado como "Paco". Hoy, este noble perro no solo es la mascota del parque, sino también su fiel guardián, vigilando con lealtad a quienes disfrutan del lugar.
Niños y adultos que visitan el parque han acogido a “Paco” con cariño. Algunos le llevan comida, mientras que otros intentan jugar con él. “No se deja mucho que le hagamos cariño. Mis papás comentan que tal vez donde vivía antes fue maltratado. Pronto sentirá confianza y jugará con nosotros”, comentó Carlitos, mientras encestaba una pelota de basquetbol.
La pequeña Ana Sofía aprovechó para invitar a todos a cuidar a los animales, recordando que también son seres vivos que sienten y merecen respeto.
Si tienes la oportunidad de visitar el parque de La Florida, no dudes en brindarle amor a “Paco” y hasta llevarle algo de alimento. No solo se ha convertido en la mascota del lugar, sino en su fiel guardián y en un símbolo de la solidaridad de una comunidad que decidió hacer la diferencia en su vida.
“Paco” nos enseña que el amor y la gratitud no entienden de especies, que un corazón noble siempre encuentra la manera de devolver lo que recibe. Sigamos protegiéndolo, porque en su mirada hay una historia de segundas oportunidades y en su compañía, un recordatorio de que la bondad deja huella.
