México.- José Alfredo Jiménez es considerado el compositor y cantante de música ranchera de todos los tiempos y que dejó un legado invaluable, el guanajuatense dejó un vació con su muerte imposible de llenar.

Pero como fueron los últimos días de vida del cantante que falleció un 23 de noviembre de 1973 en la Ciudad de México, debido de una cirrosis hepática. Es su propio hijo José Alfredo Jiménez Gálvez quien contó para el programa de Tv Azteca “Una Historia que Debe Contarse”.  

Fue a finales de los años 60 cuando José Alfredo fue diagnosticado con la enfermedad de cirrosis. Su amigo Guillermo Infante relató que el cantante no era un alcohólico como muchos mencionan, le gustaba divertirse,

En febrero de 1973 lo tienen que internar y hacerle unas pruebas, casi no salió ya del hospital, fue casi un año que duró internado antes de su muerte, entraba y salía del hospital relata tu hijo, pero después la suite 113 de la Clínica Londres, ubicada en la Ciudad de México quedó como si fuera su casa, ahí acudían sus hijos a visitarlo.

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Su propio hijo narra que la agonía por la que pasó José Alfredo fue terrible, los dolores que padecían eran fuertes a consecuencia del problema hepático que sufría.

Durante sus últimos días, el intérprete de Camino de Guanajuato, Ella y No me amenaces entre otras ya no podía moverse de su cama. Según José Alfredo Jr., su padre vivió una gran agonía en las últimas semanas de vida, pues no había más que hacer por la salud de su padre.

“Tenía varices en el esófago, la cirrosis la tenía muy avanzada, entonces no se sentía bien, le venían hemorragias y las mismas hemorragias le quemaban la parte del esófago, tuvo dos desmayos, uno en el cine y otro en la casa de la señora Alicia Juárez, en fin, no fueron días agradables para él”, relata su hijo José Alfredo.  

Los funerales de José Alfredo fueron multitudinarios, a su última morada llegaron artistas de talla internacional y claro sus más grandes amigos, Emilio el Indio Fernández, quien lo incursionó dentro del cine y Chavela Vargas. Narra su hijo que cuando llegó Chavela al funeral durante la noche un poco tomada y no habló con nadie solo con la primera esposa de José Alfredo, y posteriormente se sentó a un lado del ataúd y se puso a cantar y a tomar y que de esa forma iba a despedir a su amigo.

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