5 estrategias que sí funcionan para reducir la violencia
Estas estrategias están comprobadas que reducen la violencia


1. Fortalecimiento de Programas Comunitarios de Prevención de la Violencia: Estos programas adoptan un enfoque de salud pública, centrándose en la comprensión de las causas raíz de la violencia e implementando intervenciones dirigidas a nivel comunitario. Los modelos eficaces incluyen:
- Programas de Interrupción de la Violencia: Emplean mensajeros creíbles de la comunidad para mediar en conflictos, prevenir represalias y conectar a personas de alto riesgo con servicios sociales. Ejemplos incluyen el modelo "Cure Violence".
- Programas de Intervención contra la Violencia Basados en Hospitales (HVIPs): Llegan a las víctimas de la violencia en entornos hospitalarios para prevenir represalias y conectarlas con servicios de apoyo.
- Programas de Alcance Callejero: Utilizan trabajadores de alcance para construir relaciones con personas en riesgo, mediar en conflictos y ofrecer apoyo.
2. Estrategias de Disuasión Enfocada (Intervención contra la Violencia Grupal - GVI): Este enfoque implica una asociación entre las fuerzas del orden, los miembros de la comunidad y los proveedores de servicios sociales. Se centra en la identificación de individuos y grupos con mayor probabilidad de participar en la violencia y en la entrega de un mensaje claro sobre las consecuencias de la violencia continua, junto con ofertas de apoyo y recursos para aquellos que desean cambiar.
3. Mejora del Entorno Físico y Social: La creación de comunidades más seguras y con mayor apoyo puede reducir significativamente la violencia. Esto incluye:
- Mejoras del Entorno Físico: Mejorar la iluminación, limpiar lotes baldíos, crear espacios verdes y mejorar la infraestructura pública para fomentar una sensación de seguridad e interacción comunitaria. Esto se conoce a menudo como Prevención del Delito a Través del Diseño Ambiental (CPTED).
- Fortalecimiento de las Normas Sociales y las Relaciones entre Pares: Iniciativas que promueven normas sociales positivas contra la violencia y construyen redes de apoyo sólidas entre pares, especialmente entre los jóvenes.
- Aumento del Acceso a los Recursos: Garantizar el acceso a buenas escuelas, trabajos bien remunerados, vivienda y alimentos asequibles, y sistemas de apoyo comunitario puede reducir los factores de estrés subyacentes que contribuyen a la violencia.
4. Involucramiento y Apoyo a la Juventud: La implementación de programas que brinden a las jóvenes alternativas positivas, desarrollo de habilidades y redes de apoyo es crucial para prevenir la violencia juvenil. Esto incluye:
- Programas de Mentoría, Aprendizaje y Liderazgo: Proporcionar modelos positivos y oportunidades de crecimiento y desarrollo.
- Programas Extraescolares: Ofrecer espacios seguros y actividades constructivas durante los momentos en que los jóvenes corren mayor riesgo.
- Programas de Empleo Juvenil de Verano: Proporcionar oportunidades de empleo prosocial y reducir el ocio.
- Enseñanza de Habilidades Sociales y Emocionales: Equipar a los jóvenes con habilidades para manejar conflictos, regular emociones y construir relaciones saludables.
5. Reducción de los Efectos Nocivos del Proceso Judicial y Abordaje del Trauma: Reconociendo que la participación en el sistema de justicia puede tener consecuencias negativas y que la exposición a la violencia puede generar trauma, las estrategias eficaces incluyen:
- Enfoques Informados sobre el Trauma: Implementar prácticas que reconozcan y aborden el impacto del trauma en las personas y comunidades afectadas por la violencia. Esto incluye proporcionar acceso a apoyo de salud mental y psicosocial.
- Reducción de la Dependencia del Arresto por Delitos Menores: Centrar los esfuerzos de las fuerzas del orden en los delitos más graves y desviar a las personas involucradas en delitos menos graves a programas comunitarios.
- Inversión en el Desarrollo de la Fuerza Laboral contra la Violencia: Capacitar a personas para implementar eficazmente estrategias de reducción de la violencia y brindar apoyo a las comunidades afectadas.
Es importante señalar que los enfoques más eficaces a menudo implican una combinación de estas estrategias, adaptadas a las necesidades y el contexto específicos de la comunidad. Un esfuerzo de colaboración que involucre a los miembros de la comunidad, las fuerzas del orden, los servicios sociales y los responsables de la formulación de políticas es esencial para una reducción sostenible de la violencia.