Los Pitayones no hacen daño

Por: Carlos Alberto Inzunza Aldana

Todos, por lo menos quienes somos del norte de México conocemos “La Pitaya”, fruta proveniente del cactus. La más famosa universalmente es la especie conocida como “La fruta del dragón”. Pero dominan más las especies de cactus erectas o cilindro opuntias que provienen de las regiones desérticas, prácticamente de los lugares ausentes de vida, cuyos frutos antes de ser abiertos para su consumo, no lucen para nada apetecibles, pero una vez que la pruebas puedes constatar que es verdaderamente una delicia.

La Organización Mundial de la Salud sostiene que esta fruta tiene innumerables beneficios como el ser antioxidante, desinflamatorio, regenera los tejidos óseos y fortalece el sistema inmunológico.

En la ciudad de Culiacán, existe una colonia llamada “La Costera”, que en los últimos años se ha caracterizado por el alto registro de delitos cometidos en ella, tanto que la coloca en una posición de alta vulnerabilidad y atención prioritaria. Por su proximidad con el libramiento Benito Juárez, tiene algunas zonas propicias para cometer delitos como: robos, riñas, venta de sustancias y hasta homicidios.

Aquí la ideología de la violencia y del delito, poco a poco fueron permeando en sus habitantes y se fue normalizando a tal grado que aprendieron a vivir con esto.

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José, mejor conocido como “El Pitaya”, o “El Pitayón 23”, hace ya dos años tomó la decisión y la iniciativa de cambiar de manera positiva esta historia, “El Pitaya”, al igual que su símil frutal es un chico que a golpe de vista luce rudo y poco accesible, pero una vez que lo tratas puedes darte cuenta de su gran calidez y calidad humana.

“El Pitaya” tiene aproximadamente 30 años viviendo en esta comunidad, que, como el desierto, la ayuda solo llega tras períodos de trienios o sexenales de sequias. Por eso hace dos años junto con otras personas del sector sur oriente de la ciudad decidió formar el colectivo “Más Vida” y con él, brindar apoyo y realizar acciones en beneficio de su comunidad.

Ordinariamente es promotor deportivo de la comunidad, pero también, se ocupa de mejorar los espacios públicos y busca beneficios junto con el colectivo y el comité de su colonia para los jóvenes y niños.

Cada que realiza una actividad en beneficio de la comunidad le gusta difundirlo en redes sociales, lo que ha provocado que varias personas, colectivos e instituciones pongan sus ojos en la comunidad, no como signo de alarma sino como consecuencia positiva y lleguen nuevos y mejores beneficios a la colonia.

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“El Pitaya” es hoy un referente en su comunidad pues se ha ganado la confianza de externos, pero sobre todo de la juventud de la colonia quienes a diario lo buscan para realizar actividades, recibir consejo e incluso ha llegado a ser padrino de algunas personas en la comunidad en cuestiones religiosas, sin duda alguna, “El pitaya” se ha convertido en un ideal que muchos de los jóvenes de su comunidad siguen y admiran y en el que muchos padres confían. Es decir, se ha ganado el respeto y confianza de su comunidad en base a sus buenas acciones.

Gracias a su quehacer, en el 2020 las cifras delictivas en su comunidad se redujeron un 45% según números oficiales, entraron a trabajar colectivos y

organizaciones como MAPASIN, Parques Alegres, se financiaron actividades por parte de empresas tales como: pintas de murales en espacios públicos, se iluminaron espacios deportivos y se habilitaron de nuevo, se realizaron actividades de urbanismo.

Al día de hoy existen actividades conjuntas financiadas por nacional monte de piedad como: clases de guitarra, deportes, talleres educativos, clases de zumba entre otras tantas mismas que han cambiado la perspectiva sobre la comunidad y han despertado en ella aspiraciones positivas.

Al igual que su símil frutal, “El pitaya” produce beneficios en su comunidad, fortalece y regenera el tejido social, reorienta la capacidad aspiracional de los jóvenes hacia actividades productivas, recupera espacios públicos y pacifica a la comunidad. Son acciones simples de su día a día como una plática de banqueta.

Por este tipo de acciones decidimos comenzar con “El Pitaya” esta columna, pues con cada una de ellas él ha logrado generar “Más Vida” en su comunidad.