Vuelve el trompo a Villa Juárez como juguete tradicional

Promotores reúnen niños en calle para hacer concursos de “bailado” de trompo volviendo a traer en uso el ancestral juguete

Por: Juan Francisco Sotomayor

Villa Juárez, Navolato.- El trompo vuelve como juguete a Villa Juárez deleitando a los niños en la calle, como una sana alternativa de diversión. El juguete del trompo resistió en México durante casi todo el siglo XX, y luego con la modernización y os juguetes eléctricos prácticamente desapareció.

Promotores comerciales han visitado las colonias de la Sindicatura Licenciado Benito Juárez, reuniendo niños de los barrios para mostrarles y capacitarlos en la divertida manera de “bailar” el trompo, haciendo concursos callejeros que divierten y alegran a los niños.

El instructor les muestra diversas destrezas que niños y niñas aprenden, como se hizo durante casi todo el siglo pasado, cuando el juguete de madera era accesible a casi toda la niñez. En ese tiempo era uno de los grandes entretenimientos en pueblos y ciudades.

Al final de la breve capacitación los niños de Villa Juárez desarrollan nuevas habilidades y destrezas de entretenimiento, como lo hacían sus padres y sus abuelitos. Al final el promotor les ofrece la opción de comprar trompos en las tiendas de los barrios.

El trompo es un juguete milenario que se ha dispersado por todo el mundo, durante el siglo XX en México era muy popular. Su elaboración se hacía en talleres de carpintería en diversos estados del país y se dispersaba en tiendas, pero también se hacía de manera artesanal por adultos y niños, haciendo jornadas de juego por horas.

Dos de las maderas preferidas para los fabricantes de trompos era la de guayabo y mezquite por su gran dureza, pero se hacía de casi todas las maderas disponibles y se hacía girar gracias a una punta de clavo insertada.

 Según referencia fue hasta 1963 cuando en México se introdujeron los primeros trompos plásticos bajo el sello Plasti Marx; con mucha publicidad en programas de televisión como el de “Chabelo”, que por años avivó la perpetuidad del juego del trompo.