Leticia Ibarra y toda su familia son ejemplo que las drogas dañan
Ver a sus hijas drogadas, y encontrar a su nieto sin aliento y correr porque un doctor lo salvara, fue el día que marcó su vida para armarse de valor y pedir ayuda. Hoy, se atreve a decir que predicar con el ejemplo es la principal herramienta para alejar a las personas de las drogas, porque sin ayuda, es muy difícil dejar este mundo atrás.
Crecer sin padres es una tarea difícil. A los 15 años, Leticia Ibarra ya consumía marihuana y cocaína. Y con la llegada de sus hijos, tuvo que ser parte de la ‘vida galante’ y robar para darles de comer, sin saber que ellos serían adictos desde nacimiento. Y que en un futuro, su nieto estuviera a punto de morir a causa de las drogas, fue algo que jamás imaginó.
“¿”No pasa nada”? si te tomas una cervecita, “No pasa nada” si te fumas un cigarrito? (...) el mundo era mío (...) No son los amigos, no culpemos a nadie de nuestra decisiones, lo hacemos porque no pasa nada”, expresó Leticia desesperada por ayuda, ya que para salir de ahí no puede hacerlo sola.
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“¿No pasa nada?” se pregunta la asociación Malala Academia en relación a los efectos de las drogas en los jóvenes, en sus familias y en su ciudad. Y para mostrar la realidad de este mundo, nos comparte el décimo testimonial de la serie.
Conoce su historia completa:
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Con esta campaña de prevención, Malala Academia busca generar conciencia sobre el consumo de drogas, el daño que provoca, y todo lo que pierden las víctimas de las drogas.
De esta manera, exhorta a la sociedad, medios de comunicación e instituciones a sumarse para disminuir los niveles de drogadicción en México. Y tú, ¿crees que “No Pasa Nada”?.
Creer que el mundo de las drogas termina cuando toma la vida del adicto, es una equivocación. Leticia Ibarra afirma que estas sustancias rebasan sus posibilidades, al grado que sus tres hijos tuvieron problemas recién nacidos a causa del vicio.
Ver a sus hijas drogadas, y encontrar a su nieto sin aliento y correr porque un doctor lo salvara, fue el día que marcó su vida para armarse de valor y pedir ayuda. Hoy, se atreve a decir que predicar con el ejemplo es la principal herramienta para alejar a las personas de las drogas, porque sin ayuda, es muy difícil dejar este mundo atrás.