El talento musical de Cuquis Reyes es herencia a una familia de talentosos artistas que enorgullecen a Navolato en esferas internacionales.

Con una elegancia exquisita la señora Refugio Alicia Reyes Sánchez se ha convertido casi en un ícono de Navolato.

Cuquis  Reyes nunca abandona su porte de elegancia, a veces con un toque europeo, va por la vida disfrutando la alegría de llevar la música en la familia. Hija de los señores Refugio Reyes y Wenseslao Sánchez tuvo la fortuna de nacer en una buena cuna.

Su padre, un trabajador del Ingenio La Primavera siempre fue el proveedor de la familia. Su madre, fue la encargada de educarla a ella y a sus hermanos. Cuquis era diferente de todos. No solo por el hecho de ser mujer, sino había un talento escondido.

Un día, mientras se encontraba en sus clases en la primaria Benito Juárez la maestra le pidió a cada alumno que interpretara una melodía. Cuando llegó el turno de Cuquis, la maestra al igual que sus compañeros quedaron sorprendidos con lo buena que era para cantar.

Cuquis Reyes participó en algunos concursos de Belleza del Club de Leones.

“La maestra y mis compañeros se sorprendieron al escucharme cantar. Hasta yo me sorprendí de que les gustara mi voz”, dice entre risas.

Aunque nunca se dedicó profesionalmente a la música, Cuquis siempre vivió entre cantos y melodías.

Con el paso del tiempo, conoció a un joven bien parecido, que se convertiría en el amor de su vida. Su amado José Roberto Chu con quién formó una familia armoniosa. Como resultado, nacieron sus hijos Roberto y José Manuel.

“El secreto para tener una familia armoniosa es estar siempre de acuerdo al momento de tener que tomar decisiones. Es importante que las parejas entiendan que son un equipo y que la tarea de educar a los hijos es de dos”, habla con voz de sabiduría que la experiencia le ha brindado.

La señora Cuquis Reyes acompañada de sus dos hijos Roberto y José Manuel Chu Reyes.

Cuquis asegura sentirse muy orgullosa de la familia que logró formar junto con José Roberto. Según sus palabras, su honra son sus hijos. Roberto, un profesionista, serio y responsable. Mientras que José Manuel un famoso tenor internacional.

Sin duda. Sus palabras son de orgullo. Al hablar de sus hijos se acomoda en su lugar y levanta el rostro con una sonrisa.

“Mis dos hijos heredaron el talento de sus padres. Roberto tiene muy buena voz y de José Manuel, ¿qué puedo decir?, su voz se ha escuchado en los rincones menos esperados del mundo”, señala con un gesto de satisfacción.

Esa satisfacción viene de ser la proveedora de ese legado familiar. El talento musical lo llevan en la sangre. Además de sus hijos, su nieta Yolanda es beneficiaria de esa herencia por la buena música que se propaga con alegría. Lo que según Cuquis le llena de regocijo en un dulce palpitar.

En Navolato en cada paso Cuquis Reyes reparte su regocijo acumulado en ese corazón que late con la fuerza de la satisfacción. Es el distintivo de una mujer que lleva la música en la sangre.

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