“Pipo”, el hombre que ha hecho de sus mascotas, una familia
Los perritos le brindan a "Pipo" la fortaleza para seguir su día a día. Ha hecho de sus mascotas, una familia.
Los perritos le brindan a "Pipo" la fortaleza para seguir su día a día. Ha hecho de sus mascotas, una familia.
Guadalupe Valenzuela, o “Pipo”, es un hombre que durante su juventud y años mozos dedicó su vida, a sacar productos del mar y venderlos para obtener sustento para su familia.
La vida, fue muy generosa con él. Le dio una esposa y un par de hijas que al crecer hicieron su vida fuera del Estado.
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Por situaciones muy propias, se vio obligado a quedarse solo.
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Luego de ver su realidad, a sus casi 75 años de vida, “Pipo” disfruta lo que le queda. Una sonrisa, buen ánimo y unos compañeros fieles.
A “Pipo” se le puede ver recorrer todo Altata buscando sustento. Pero eso sí, siempre bien acompañado.
Sus perritos son esa compañía que en un tiempo se le negó.
“Mis perritos son mi familia. Desde que me quedé solo ellos me hacen compañía, vienen conmigo de un lado a otro y nunca me dejan solo”, asegura al acariciar la cabeza de sus fieles compañeros.
Como bien dice, con aquella experiencia que los años le han dado, cada persona siembra lo que cosecha y asegura que, aunque para algunas personas vivir solas sería devastador, para él no es más que una experiencia que le toca vivir para progresar.
“Vivir solo no es tan triste o malo como algunos piensan. Te ayuda a valorar lo que tienes, a reconocer cuales son tus errores y, a fin de cuentas, te hace una mejor persona”, asegura “Pipo”.
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Con una gran sonrisa, se dice afortunado. Sus hijas, ven por su bienestar y le envían dinero y todo lo necesario para salir adelante.
Con frecuencia se le puede ver andar por el malecón de Altata, platicar con los restauranteros, con los comerciantes ambulantes y con todos los que encuentra a su paso.
Es que es tan conocido por todos que más que vecinos han llegado a convertirse en su familia.
“La verdad es que yo soy muy afortunado, tengo a mis perritos, a mis hijas, a mis vecinos, a mis amigos que más que eso ya son mi familia. Creo que soy el más rico de Altata, aunque tenga pocas cosas, en mi casita tengo lo que todo hombre necesita para vivir, amor y compañía”, dice con voces de reflexión.
Para Pipo, el dinero es solo una herramienta para vivir, pero asegura que no es lo único pues el afecto que tiene lo hace sentir afortunado.
“Algunas personas piensan que sin dinero no se puede vivir, pero cuando en realidad entienden que sin lo que no se puede vivir son cosas más importantes y que no se compran con dinero. Entonces es cuando entenderán que ya tienen lo que tanto buscan”, dice con una voz de seriedad.
Ahora “Pipo” disfruta de los que dice pudieran ser los últimos días de su vida, pero los vive feliz, acompañado de sus mascotas. Esas que en una ocasión rescató son las mismas que lo han rescatado a él de tener una vida en soledad.
Por eso “Pipo” es el hombre que ha hecho de la gente de Altata y de sus mascotas una nueva familia.
Te invitamos a leer la información de: Periódico de Altata Marzo-2022