En 40 años Doña Lolys elabora el pan caliente más sabroso de Altata, el de los gobernadores
La señora María de Lourdes es fuente de inspiración para quienes tienen la fortuna de conocerla, en especial de su familia
Navolato, Sinaloa. Hablar de mujeres guerreras, que se levantan todos los días para luchar en búsqueda de alcanzar sus sueños, que ama a los suyos y a ella misma, que vive, ríe, llora, que cae y se levanta más fuerte que nunca, es hablar de María de Lourdes Rodríguez Noriega, pionera en la elaboración del sabroso pan de mujer en la sindicatura de Altata, municipio de Navolato.
La admirable mujer de 76 años de edad, relata que desde hace más de 40 años prepara con sus propias manos este exquisito alimento, que hoy es conocido por ser un delicioso manjar tanto para sus vecinos como para los turistas que visitan la hermosa bahía navolatense.
“Inicié haciendo pocas piezas de pan solo para la venta a gente de Altata, pero cuál fue mi sorpresa, que a las personas les gustó mucho la sazón, el cual creo que fue el ingrediente principal para que el negocio creciera en poco tiempo, y que siga en gusto de muchos. Ahora gente de diferentes partes de Sinaloa, del país y hasta de Estados Unidos vienen hasta la casa a comprar pan”, expresa con un semblante que irradia felicidad, Doña “Lolys”, como de cariño la conocen en la comunidad y también es el nombre que lleva el negocio familiar.
¡Recibe las últimas noticias!
“Si vienen a Altata y no comen pan de Doña “Lolys”, es como no venir”, argumenta la mujer de hermosos ojos de color verde, quien además señala que su humilde establecimiento de pan le ha dejado un sinfín de satisfacciones. En especial, con ayuda de su esposo José Héctor Villalobos Román, han logrado sacar adelante a sus ocho hijos. “Gracias a Dios que este trabajo no me ha hecho millonaria, pero sí me ha ayudado para sacar adelante a mis hijos, como por ejemplo, dejarle la mejor herencia que es el estudio y guiarlos por el camino del bien”, indicó con mucho orgullo Rodríguez Noriega.
Con la llegada de la pandemia, Doña “Lolys”, decidió hacer una pausa para cuidar de su salud y la de los suyos, pero desde hace un par de meses, con ayuda de su hija menor Lourdes, reiniciaron de nuevo la elaboración de pan, aunque ahora solo lo llevan a cabo los sábados y domingos, días en los que Altata recibe el mayor número de turistas.
“La idea siempre ha sido mantener la tradición de la panadería, por tal motivo ahora una de mis hijas me ayuda”, afirma “Lolys”, quien asegura que el excelente servicio al cliente y la receta familiar son la clave del éxito del negocio, el cual ya tiene más de cuatro décadas.
“Para elaborar un sabroso pan se necesita tener los conocimientos básicos, una buena harina, tiempo y sobre todo hacerlo con mucho amor”, expresa con una sonrisa Doña Lolys quien también indica que gracias a su trabajo le ha tocado conocer mucha gente que les fascina el sabor de sus piezas de pan. "Hasta gobernadores como Renato Vega, Mario López Valdez, Quirino Ordaz Coppel, lo han degustado con placer, y Rocha Moya, manda a comprar”, afirma, rememorando sus clientes de prestigio.
Actualmente, Doña Lolys, se ha convertido en una fuente de inspiración para quienes tienen la fortuna de conocerla y en especial de su familia. Gracias a su arduo trabajo de años es motivación de nuevas generaciones como sus nietos y bisnietos que no pierden la oportunidad de ponerse el mandil y apoyar en las actividades de la elaboración del delicioso pan artesanal. Sin duda le hace honor al famoso dicho: “Se vende como pan caliente”.
“Los niños inician jugando en la panadería, en especial les agrada ver cómo se amasa la harina y hasta quieren meter las manos. Pero cuando se dan cuenta de que es un medio de trabajo, que se vive de esto, su mentalidad cambia. Es muy bonito que el trabajo que realiza uno sea una motivación para las nuevas generaciones.
No es nada fácil, pero con dedicación y esfuerzo se puede salir adelante en la vida”, afirma Rodríguez Noriega, mientras invita a las personas que no se animan a emprender, a que pierdan el miedo de hacerlo. "Es muy importante quitarse la idea de hacerse rico y solo se debe pensar en realizar un buen producto y brindarle un buen servicio al cliente y sobre todo enamorase del negocio, son algunas claves importantes del éxito". En Altata las personas van por el deleite del mar, los buenos mariscos y el placer de degustar el pan de Lolys. En 40 años hay pan para llevar.