Para conocer la historia de Citlali Jaramillo, hay que comenzar desde que ella era una estudiante. Viniendo de una familia de empresarios, desde joven ya estaba muy acostumbrada y entendía lo que significaba el pagar una renta, los gastos de operación, la nómina de trabajadores, conseguir mayor rentabilidad, etc. 

A temprana edad comenzó a trabajar, como empleada o en negocios que ella ponía por su cuenta; con gran inquietud y espíritu emprendedor,  nos comparte que durante sus estudios de secundaria se asociaría con una amiga y vendieron perfumes, teniendo un buen resultado en ganancias y en experiencia; otro ejemplo que nos da es durante su Preparatoria, con otra amiga comenzaron a vender Trufas de Chocolate en la época decembrina, fuera de una tienda de la madre de su amiga.

De acuerdo con estas historias no es para nada raro imaginar de qué forma estarían orientados sus estudios profesionales. Estudió la carrera de contaduría pública en el Tec de Monterrey, durante su estudios universitaria continuó trabajando, dando clases en un Gimnasio, que ella rentaba a la dueña que viajó a otro país; las clases que impartía eran de seis a las siete de la mañana, teniéndose que levantar a las cinco y media de la mañana.

No todos sus intentos fueron exitosos, es normal que cuando uno se adentra en el mundo de vender productos, se encuentre con problemas que en muchos casos se convertirán en experiencias para futuros proyectos. Ella nos habla de cómo emprendió afuera de una disco que rápidamente cobró popularidad, por lo que tomó la decisión de comprar un carro de Hot Dogs y comenzar a venderlos enfrente.

Lastimosamente la experiencia no fue la mejor por el tipo de ambiente que había en la disco, y cuando intentó vender el carrito la compradora se lo terminaría robando al ver que aún era muy joven.

Todas estas experiencias que fue recolectando desde joven le servirían de mucho una vez comenzada su vida profesional, pero antes de llegar a esta parte, hay que conocer un poco más acerca de la base de su educación ya que son el pilar fundamental de los proyectos de vida de Citlali, la ética y el ayudar al prójimo.

Esta mentalidad fue heredada por sus padres, su madre es una mujer que como ella misma comparte: “Mi mamá toda la vida fue de quitarse todo de la boca y ayudar a la gente”, mientras que su padre un hombre de una fe muy profunda, siempre insistió en la importancia de ayudar.

Desde muy joven y de la mano de ambos comenzó a vivir experiencias en las que podría ayudar a otras personas, como llevar Sándwiches al Hospital General o dar cobijas a las personas que lo necesitaran. Por lo que este tipo de actos se volvió algo muy natural para ella, siempre buscando el encontrar la forma de ayudar a las personas, consejos cómo: “Hay que ser causa en la vida y no efecto de la misma”, demuestran la importancia de los valores con los que las personas crecen.

Gran parte de su amor por los negocios viene de descubrir que con ellos se puede cambiar la vida de las personas, dando un salario moral que es mucho más alto que cualquier salario económico que podamos recibir. 

Otro punto importante para conocerla es su fé, ella viene de un entorno donde fue formada en valores y como estos nos ayudan a conocer los actos de gratitud y las recompensas que recibimos por ello valen la pena.

“Cuando te dicen que los planes de Dios son mejores que los tuyos, te lo puedo confirmar. Porque jamás soñé lo que he vivido hoy, y todo ha sido porque yo he ayudado y Dios te lo devuelve de forma multiplicada. Eso por fórmula de vida funciona” fue la frase que me compartió y que mejor ejemplifica su espiritualidad. 

En uno de los giros más importantes de su vida, ella incursiona en un nuevo camino que eventualmente la lleva a ser Diputada, se encontraba trabajando en un proyecto educativo y fue en ese momento cuando recibió una oportunidad de incursionar en el Servicio Público, algo que ella no tenía en su radar.

Ella se encontraba angustiada por esta oportunidad, ya que tenía la intención de echar a andar el proyecto de la escuela, por lo que en una decisión arriesgada tomó ambos. Contando con su marido, quien siempre le ha ayudado en todas las oportunidades que se le han presentado, pudo comenzar a trabajar en el Municipio, siendo tesorera, mientras daba clases y manejaba la escuela.

Ella pensaba que sería algo temporal, pero se convirtió en una aventura de dieciocho años que hoy le permitieron convertirse en diputada, agradecida con las oportunidades que el Servicio Público le ha dado para ayudar a las personas que lo necesitan, transformando la vida de las personas, día a día a mejor. 

Ella atribuye su éxito en estos años y la oportunidad de continuar con este proyecto a los valores éticos, la honestidad y el deseo de ayudar a las personas, que tiene desde pequeña. Para ella, el ganarse la confianza de las personas ha sido muy importante, ya que vivimos en un momento donde las personas dudan y tienen muy mal vista la parte política, acusando a muchos de usar actitudes negativas, que en muchos casos fomentan la corrupción.

Además, busca ser congruente con a sus creencias, conservar la credibilidad y conseguir la confianza de las personas con sus actos y sus aportaciones. Como ella misma lo dice “Haces más ruido, con ese silencio”, hablando por ella y todas las personas que se dedican a la política y verdaderamente buscan ayudar a las personas y entienden que la política y los negocios son cosas aparte.

“Las bendiciones que tenemos son para ayudar a las personas, no para nosotros solitos”. Como ella comenta: es notable como hoy se vive un entorno donde se dejan muchas dudas y miedos en todo el tema político, de cómo hay muchos jóvenes que no están seguros de estudiar estos tópicos, o deciden mantenerse ajenos a estos temas.

Cuando es muy importante informarse y conocer sobre lo que está pasando y tener una postura en estos temas. Se nos menciona como hay que empezar a apostar por estas nuevas generaciones y en que ellos se conviertan en el cambio que se necesita y enseñarles el verdadero significado de lo que es el ayudar y trabajar como benefactor de las personas.

Pero aún desde esta posición, ella desea poder ayudar de otras formas a las personas, de este sueños, aprendizaje y objetivos es que surge la fundación Impulso Rosa. 

En Hidalgo, el delito número uno que se vive es la Violencia Intrafamiliar, donde muchas mujeres se ven afectadas por una mentalidad y una ideología opresora, que muchas veces termina por crear entornos familiares hostiles.  

La fundación está orientada en ayudar a las mujeres y proteger sus derechos, aportando la ayuda ética y que ellas necesitan en muchos casos, buscando que se encuentre la igualdad entre los Hombres y Mujeres, ya que como ella dice, no hay ninguno que esté sobre el otro, ambos se complementan. 

Buscando generar Emprendimiento Social, que logre generar un negocio y ayudar a la comunidad, apoyando a las mujeres con la meta de que ellas puedan llegar a ser Independientes Económicamente.

Esto puede contribuir mucho con una numerosa serie de recompensas personales, como la mejor toma de decisiones, ser más audaces, dar mejor educación y dando un mejor cuidado y atención a sus hijos. Todo gracias a estar en paz consigo misma y permitiendo desarrollar en ellas rasgos como la confianza en sí mismas.

Durante muchos tiempo ha dedicado los esfuerzos en el Emprendimiento Social, con proyectos como la captación de agua de lluvia, Capital Semilla (Llamado por la fundación como Tanda Roza), Basares y el emprendimiento desde cero.

También algo importante ha sido el capacitar a las mujeres para creer en los proyectos y confiar en ello, nos cuenta casos donde las mujeres que recibieron recursos terminaban por gastarlos en cosas innecesarias, por no creer en ello. Hablándonos de lo importante que es tener una fortaleza mental y una verdadera vocación para las cosas, el reconocerse a sí mismas y la confianza resulta algo muy importante y algo que se esfuerzan en mejorar día a día con las mujeres que pueden ayudar.

Luego de conocer todo esto, al querer saber cuál es el legado que a ella le gustaría tener en las personas, su respuesta fue que deseaba crear una nueva generación, apostando por lo jóvenes para darles una nueva perspectiva y abrirles las puertas con una visión más ética y humanitaria; donde también nos menciona como el ayudar a las mujeres con la fundación se convierte en algo fascinante y ver cómo pueden lograr salir adelante y recibir la gratitud de ellas, es una satisfacción que no nos esperamos, pero que es fabulosa.

Como despedida Citlali nos deja los siguientes cuatro mensajes a las personas que tienen dudas para el futuro.

La primera es que no hay nada más importante que tu palabra, si nos comprometemos en algo, hay que honrar nuestra palabra.

La segunda, una vez más, el consejo que le dio su padre y que ella considera que fue el mejor: “Hay que ser causa en la vida y no efecto de la misma”, no hay que tener miedo y hay que esforzarnos por los cambios que queremos ver, sea en nuestra vida o en la de los demás. Rendirse para ella no es una opción y hay que seguir adelante si o si.

El tercero es un lema que ella utiliza todos los días: “Más fé y menos miedo”. Muchas veces no hacemos las cosas porque tenemos miedo, pero si realmente crees en ese proyecto, tienes que hacerlo con mucha pasión. Sin vivir de los pensamientos negativos de los demás.

El último consejo que nos dio Citlali fue: “Es muchísimo mejor cometer errores, que perder oportunidades”. Dentro de lo moralmente posible, hay que aceptarlas todas. Si no salen no importa, estamos teniendo lecciones de vida muy importantes.   

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