Karina López es la maestra resiliente de Culiacán que con suaves letras ilumina la vida dibujando oportunidades
A pesar de ser invidente, Karina enfrenta la vida con alegría y entusiasmo siendo un aliciente para personas con discapacidad.
Culiacán, Sinaloa.- En una de las casas de la colonia Alturas del Sur, en pleno corazón del fraccionamiento vive Karina López Montoya, una joven mujer de 34 años que se ha convertido en un ejemplo de valentía, determinación y resiliencia, porque diariamente desafía la vida entre la oscuridad.
A pesar de su juventud, Karina ha enfrentado desafíos que han transformado su vida de maneras inesperadas. Marcando un antes y un después que revela su extraordinaria fortaleza interior.
Un día fatídico fue aquel 02 de octubre que cambiaría su vida para siempre. Se desvaneció en un instante en que una bala atravesó su cabeza. Llegaba de su trabajo en un jardín de niños donde impartía clases en Estación Naranjo, cuando su vida cambió para siempre.
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“Eran las 3 de la tarde y llegué a mi casa, cuando sin esperarlo recibí un impacto de bala a través de mi cabeza, entró por la sien y salió por mi ojo izquierdo. No recuerdo nada más, ni donde estaba, ni como estaba, ni con quién estaba”, señala Karina con una voz reflexiva, como reprochándose no tener conciencia de lo sucedido aquel terrible día.
El impacto físico y emocional, dejó a Karina sin ver, sumiéndola en una oscuridad que parecía insuperable.
Aunque los detalles de aquel momento son borrosos en su memoria, la realidad de su nueva vida se volvió palpable durante los 22 días que pasó en terapia intensiva y el mes y medio subsiguiente donde se recuperaba del incidente en la clínica del ISSSTE.
“Creo que fueron 22 días que estuve en terapia intensiva y donde… los doctores decían que yo me iba a morir, que solo tenía el 15% de probabilidades de vivir por la bala”, Karina, se debatía entre la vida y la muerte.
La bala que casi le cuesta la vida, salía del arma de la persona que juró ante Dios cuidarla y protegerla de todo mal. Un descuido y un arma sin seguro fue suficiente para borrar los colores de la vista de aquella alegre maestra de preescolar.
Karina no solo enfrentó la pérdida de la vista; también tuvo que afrontar la incertidumbre sobre su futuro y la adaptación a una nueva realidad. La depresión se convirtió en su sombra, y durante cuatro años vivió en un estado de introspección y lucha interna.
“Duré cuatro años viviendo en el pasado. Frases como cuando yo veía, marcaron mis días, cosas tan rutinarias como abrocharte la pulsera, o peinarte, me causaban mucha frustración”. El miedo, la frustración y la incertidumbre la acosaban, pero dentro de esa oscuridad, Karina logró encontrar una luz propia.
El camino hacia la aceptación y la superación fue un proceso gradual, marcado por terapias, cursos y un compromiso firme consigo misma.
“Ahorita estoy trabajado con una chica que está haciendo su doctorado en resiliencia y soy parte de su investigación. Ver todo lo que he tenido que enfrentar, las terapias y cursos que he tomado me han ayudado a cambiar mi vida”, reflexiona mientras comparte para Tus Buenas Noticias que enfrentó sus miedos, desafió las limitaciones que la vida le imponía y, con el tiempo, descubrió una nueva versión de sí misma.
Su viaje de resiliencia la llevó a convertirse en maestra de educación especial en el Centro de Atención Múltiple 19 (CAM) en Culiacán, donde no solo impartió conocimientos, sino que también se convirtió en un ejemplo de esperanza para padres y alumnos.
A pesar de la discriminación y los desafíos que a Karina le ha tocado enfrentar, se aferró a su misión de brindar una educación inclusiva y de calidad.
Su dedicación y amor por sus estudiantes fueron más allá de las limitaciones impuestas por su discapacidad visual. Sin embargo, después de años de servicio, decidió emprender un nuevo capítulo y se convirtió en maestra de apoyo en el Jardín de Niños Antonio Toledo Corro, en Alturas del Sur.
Fuera de las aulas, Karina ha forjado un camino exitoso como emprendedora. Su negocio de ventas de productos naturales, parte de la organización de Sheló Nabel en Culiacán, se ha convertido en una fuente de éxito y empoderamiento económico. Karina comparte su logro, "tengo dos años con ese negocio y nos está yendo muy bien”. Este emprendimiento no solo es un testimonio de su versatilidad, sino también un ejemplo de cómo ha utilizado su experiencia para inspirar a otros.
La entrevista revela a una Karina que ha encontrado equilibrio, aceptación y felicidad dentro de sí misma. Su viaje no ha sido fácil, pero su determinación ha superado las adversidades. Aunque la oscuridad persiste en su vida diaria, ha aprendido a vivir en la luz de su propia resiliencia.
Karina tiene metas futuras ambiciosas, desde obtener su maestría en desarrollo humano hasta expandir su negocio internacionalmente. La maestra comparte su sueño, "mi meta ahorita es hacer mi negocio más grande. Sí, llegar con mayor fuerza también a Estados Unidos y Colombia”. Su mensaje es claro: incluso en las circunstancias más oscuras, la fuerza de voluntad puede ser la luz que guía el camino hacia la realización personal.
Con una sonrisa cálida y un rostro expresivo, Karina López Montoya es un ejemplo de redescubrimiento, crecimiento y logros. La maestra destaca la importancia del amor propio y la resiliencia para transformar una tragedia en inspiración para otras personas. Con suaves letras ilumina la vida dibujando oportunidades. En ese favor recíproco, su fortaleza son los niños, quienes a través de sus curiosos ojos pintan de colores el mundo de su maestra.
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