¡Para que no te los vueles! Julio Alberto le da color a los topes a cambio de unas monedas en Culiacán
Desde hace más de medio año el joven decide de manera voluntaria pintar topes para adquirir un ingreso económico y contribuir con quienes circulan por las vialidades de la capital sinaloense
Culiacán, Sinaloa.- Desde hace más de medio año, bajo los fuertes rayos del sol, Julio Alberto Mares Díaz, se planta sobre diferentes vialidades de la ciudad de Culiacán para realizar su trabajo del día: darle color a los topes, con la finalidad de ayudar a los automovilistas y motociclistas a visualizarlos mejor y ganarse unos pesos honradamente.
En una entrevista para Tus Buenas Noticias, Julio Alberto, quien era plomero electricista antes de ser pintor de topes, expresó que con su noble labor no solo se ayuda para llevar el “pan de cada día” a su hogar, sino también contribuye a generar un mejor ambiente vial en la capital sinaloense.
Julio Alberto pinta los topes en Culiacán para evitar accidentes
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“Hace más de un año me caí de una escalera, y se me fracturó un tobillo, por lo que tuve que dejar de trabajar y la necesidad de tener un ingreso económico, hizo ponerme a pintar topes en la ciudad, que hace mucha falta para que no se los “vuelen” por la poca visibilidad al no tener color”, manifestó el joven de 34 años.
Mares Díaz narra que los topes que pinta son los que se ubican sobre vialidades principales de la ciudad o cerca de planteles educativos y zonas de hospitales. También reveló que a cada tope le invierte alrededor de seis horas de mano de obra y más de 700 pesos en material. “Utilizo pintura de calidad, para evitar que al poco tiempo se despinten, que valga la pena el trabajo”, dijo.
Además, el pintor voluntario narró que todo el recurso que invierte en esta actividad surge de la generosidad de personas de gran corazón, quienes al observar la labor social que realiza con mucho entusiasmo, no la piensan para cooperar para seguir con su misión de lograr pintar la mayoría de los topes de la ciudad.
“Me motiva mucho seguir con esta labor, porque la mayoría de la gente me agradece lo que hago y me ayudan mucho tanto económicamente como moralmente. Siempre los vecinos donde pinto el tope, salen a reconocer mi trabajo y me dan una buena propina”, expresó Mares Díaz.
Julio Alberto ha pintado más de sesenta topes o reductores de velocidad que se ubican en distintos sectores de Culiacán, pero su impacto ante la sociedad va mucho más allá de lo que él mismo cree. “Gracias padre, porque me lo vuelo a cada rato, qué chingón lo que estás haciendo, échale ganas, Dios te bendiga, fatal muchos topes que pintar”, son algunas de las expresiones de automovilistas que frenan su unidad ante Julio Alberto para reconocer la labor que realiza y que muy pocos se animan hacer.
El joven, de noble corazón, señaló que prefiere pintar topes y aguantar el calorón a cambio de unas monedas, que involucrarse en hechos ilícitos para lograr sobrevivir. “Es un trabajo digno y muy bendecido, no pesa, a pesar de que es una friega, porque me ayuda a llevar sustento a la casa”, declaró.
Sin importarle las inclemencias del tiempo, con brocha o rodillo en mano, entre botes de pintura, conos de seguridad, Julio Alberto se gana la vida honradamente dándole color blanco y amarillo a los topes a cambio de unas monedas. La necesidad propia la transformó en una contribución para la comunidad culiacanense. Piensa seguir en este trabajo hasta donde tope.
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