estambre y más…

Culiacán, Sinaloa.- Cada arruga en su rostro cuenta una historia de valentía y resilienciaa. A sus 82 años, Rosario Antúnez Hernández, mantiene una mente positiva y un corazón agradecido. Nunca se rinde ante cualquier obstáculo y siempre busca encontrar un nuevo propósito en la vida.

“Chayito”, como la conocen de cariño, desde hace más de 10 años todos los martes, asiste al tianguis Terrones, para ofrecer a la clientela ropa y calzado de segunda mano, servilletas, bolas de estambre, entre otros artículos. Esta labor, que le sirve de distracción, en especial le ayuda a sacar unos “pesitos”.

La vecina de la colonia, Díaz Ordaz, narró para Tus Buenas Noticias que, a pesar de vivir momentos difíciles en la vida, como el haber enviudado a la edad de 36 años y lograr sacar adelante a sus hijos, jamás se ha dejado vencer.

La adulta mayor señaló estar muy orgullosa de sus hijos, en especial de Óscar, quien es el mayor de nueve hermanos y ante la ausencia de su padre le tocó el reto de velar por la familia desde muy joven. “Mi hijo, Óscar, es un gran hombre, desde muy chico trabajó para sacarnos adelante a mí y a sus hermanos. Hasta la fecha me sigue apoyando económicamente”, manifestó.

Su hija, María del Carmen, es quien la acompaña a vender los productos en el mercado sobre ruedas que se establece sobre la calle Alberto Terrones, a la altura de las colonias Independencia y Adolfo López Mateos.

“Mis hijos me regañan, porque ya no quieren que venga a trabajar, pero también me comprenden por qué me distraigo y me siento productiva el venir al tianguis. Mucha gente ya me conoce, hasta tengo nietos adoptivos que me llaman abuela (risas). Estoy muy agradecida con las personas que hacen consumo y hasta me dejan la feria. Ahorita estoy juntando para una inyección que me cuesta más de cinco mil pesos”, expresó la admirable mujer.

El empeño de una mujer tan atareada como “Chayito”, motiva en especial a las personas mayores a mantenerse activas: “La gente, aunque sea adulto mayor, no debe de dejar de hacer cosas, como el evitar quedarse en casa, por eso se enferman porque no tienen en qué ocuparse”, aconsejó.

Rosario Antúnez Hernández, es un gran ejemplo del concepto de envejecimiento energético, porque no pierde la oportunidad de asistir todos los martes al tianguis Terrones, a ofertar una diversidad de productos, labor que la mantiene contenta a sus 82 años.

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