Padres: ¿qué hacer con un hijo que está en peligro de adicción?
La familia Pacheco Sánchez comparte su testimonio e invita a los padres de familia a no dejar solos a sus hijos y menos cuando se presentan problemas con sustancias tóxicas.
Velar por el sano crecimiento y esperar un buen futuro para los hijos, son metas de muchos padres de familia. Pero, cuando existen carencias en casa, se cuelan intrusos en el hogar que provocan sufrimiento para todos los miembros. Esta escena es la que Sergio Pacheco platica para evitar que jóvenes se adentren al mundo de las drogas.
“Yo te parí… Te conozco como la palma de mi mano”, quizá sean algunas de las frases más icónicas de los padres cuando notan un cambio negativo en sus hijos. Como lo es el consumo de sustancias tóxicas.
Para Ernesto Pacheco y María Alicia Sánchez fue un martirio sobrellevar la adicción de su hijo Sergio, puesto que era una carga más que debían manejar en medio de las carencias. Sin embargo, el amor por su hijo los unió más que nunca y no perdieron la esperanza de ver a Sergio rehabilitado.
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El acercamiento que tuvieron con él fue desde pláticas íntimas para descubrir la realidad del problema hasta llevarlo a centros de rehabilitación ya que, aunque Sergio les dijera que él “podría solo”; ellos sabían que necesitaba ayuda.
En entrevista para Malala Academia IAP, Sergio confesó que siempre anheló “ser alguien”, quería ser futbolista y tener la oportunidad de cursar la carrera de Medicina; pero en ese caminar por encontrarse a sí mismo fue cuando descubrió las drogas.
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Así fue como las drogas le mostraron que efectivamente era “alguien”. A los 10 años empezó con la marihuana para darle la bienvenida al alcohol y a las pastillas. Al poco tiempo descubrió lo que era estar “al límite” tras inyectarse heroína. Pero, la cocaína fue su preferida. Con 13 años, las drogas le manifestaron que era un adicto al polvo blanco.
Perdido en su mundo, Sergio no podía pensar en nada más que en las drogas; y sin trabajo, pasó de ser un adicto a convertirse en ratero y a prostituirse para conseguir la dosis que le “ayudaría” a pasar el día con sus compañeros de calle. El consumo de la “piedra”, como él la conoce, fue su droga de impacto, y la que le exhibió lo necesitado que estaba.
Desesperados por ayudar a su hijo, sus padres permanecieron cerca de él. Pero fue la sinceridad de su madre lo que activó el despertar de Sergio. “Hijo, cambia, o sea, eso no es vida para ti, ve cómo estás, te estás acabando, te estás acabando a tu familia, a mi a tu padre a tus hermanos”, le declaró María Alicia con el rostro cubierto de lágrimas.
Al ver la desesperación de sus padres, Sergio recordó su motivación: sacar adelante a su familia y corresponder a todo el afecto recibido. Nadie le dijo que las drogas lo llevarían al fracaso. Afortunadamente, contó con el amor de sus padres para recuperar el camino y a sus 35 años mantiene una actitud de superación para convertirse en la persona que siempre quiso ser: un hombre digno de admirar.
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Para los padres que se encuentran en la misma situación que estuvieron Ernesto y María, las autoridades de salud a nivel internacional recomiendan:
- Crear un clima de diálogo: no hay víctimas ni culpables
- Tener una actitud comprensiva de ayuda: no rechazo ni juicio
- Conocer la situación del problema
- Detectar la función del consumo y las razones: presión social, relajarse, problema mental (¿por qué consume?)
- Conocer el nivel de riesgo de su actuación: romper falsas creencias sobre las drogas por medio de información real y verificada
- Evitar una actitud recriminatoria
Recuerda que al mostrar interés resultará más sencillo encontrar conductas alternativas al consumo y conseguir que aprendan a tomar decisiones sanas.